En voz baja, algunos congresistas de la Comisión Primera del Senado vienen cocinando lo que sería un nuevo golpe legislativo para el Gobierno Nacional, luego de los tropiezos sufridos con la reforma a la salud.
Para este miércoles 22 de marzo está previsto que el Congreso retome la discusión de la polémica reforma al código electoral, una iniciativa que sufrió tropiezos en noviembre del año pasado y terminó siendo aplazado para este 2023, en medio de quejas contra del registrador nacional, Alex Vega, por parte de congresistas de bancadas como la Coalición Centro Esperanza-Alianza Verde, integrante de la coalición de gobierno.
Si bien en ese momento el Gobierno tuvo que ceder y retirar el mensaje de urgencia que le había puesto al proyecto, la molestia de algunos congresistas con esta iniciativa se mantiene, a tal punto que, según se conoció, este miércoles los senadores empezarían a reiterar varios puntos centrales que tiene el texto, con lo que dejarían al Ejecutivo y al registrado Vega en una difícil posición.
Una de las principales quejas de los congresistas es la inclusión de varios artículos que no tendrían nada que ver con la modernización de los procedimientos para ejercer el voto en los comicios electorales, como, por ejemplo, todo un capítulo sobre el registro civil de los ciudadanos.
Otras de las preocupaciones es que se desconoce el impacto fiscal y, según diferentes artículos, se crean miles de cargos que, advirtieron congresistas en su momento, daría lugar a repartición de cuotas burocráticas. Se habla del nombramiento de más de 1.200 registradores regionales de libre nombramiento.
El otro tema claro es que así se logre su aprobación rápida, el nuevo Código Electoral no se aplicará en las elecciones regionales de octubre próximo, sino que se comenzaría a desarrollar en los comicios legislativos y presidenciales del 2026.