María Fernanda Carrascal se estrenó en la Cámara de Representantes siendo ponente de la reforma laboral, una de las iniciativas que el presidente Gustavo Petro prometió durante la campaña presidencial.
Aunque Carrascal explicó hasta el cansancio el contenido de la iniciativa y se reunió con múltiples sectores para sacar adelante la propuesta del Gobierno, lo cierto es que a quienes no logró convencer fue a sus compañeros en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes que nunca estuvieron de acuerdo con sus posturas y defensa de la iniciativa.
Contrario a lo que pasó con la pensional y con la de salud, que a pesar de las críticas fueron aprobadas en primer debate, Carrascal no logró consensos y se dedicó a pelear con sus propios colegas por lo que le pasaron cuenta de cobro y desde hace tres semanas bloquearon el trámite de la reforma laboral.
Aunque ella cuestionó que no se lograba el quórum, lo cierto es que esa es una técnica legislativa que es válida y que por sus posturas ante los demás se aplicó durante estas semanas. De hecho, la desintegración del quórum es tan válida que incluso el Pacto Histórico hizo uso de esa figura para evitar el hundimiento de la reforma que busca regular el cannabis de uso adulto en Colombia.
Aunque este martes Carrascal dijo que la “reforma laboral va o va” lo cierto es que tiene que lograr acuerdos con todos los sectores políticos para que apoyen su ponencia, porque podría volver a sufrir una derrota después del 20 de julio.