Esta prueba contra Aida Merlano es irrefutable. Durante varios minutos, la cámara de seguridad deja ver a la excongresista contando uno a uno los fajos de billetes en la oficina de la gerencia de la Casa Blanca, el sitio privado de reuniones de la entonces candidata. En el lugar hay 11 personas. Por momentos, dos hombres la ayudan a contar el dinero.

Era el domingo 11 de marzo de 2018, el mismo día de las elecciones al Congreso, a las 8:55 de la mañana. Esa plata iría a parar a manos de los líderes en los barrios, y ellos eran los encargados de reclutar y pagarles a los votantes. Así funcionaba la empresa de corrupción en la Casa Blanca para la compra de votos.