Este jueves, el excandidato presidencial Rodolfo Hernández tomó la decisión de aceptar la curul en el Senado que le corresponde como perdedor en segunda vuelta presidencial. Lo hizo después de mucho pensarlo, luego de que miembros de su equipo aseguraran que ese no era un rol que se ajustara a su perfil.
Sin embargo, a pesar de que aceptó posesionarse, su futuro podría no estar en el Legislativo. Fuentes cercanas al excandidato presidencial le contaron a SEMANA que Hernández no estaría más de dos mes en el Senado de la República, buscando aspirar a la Gobernación de Santander en 2023.
De acuerdo con el Estatuto de la Oposición, el ingeniero ya es senador. Si llegara a no posesionarse, el excandidato estaría abandonando el cargo, lo cual traería consigo un proceso administrativo que podría impedir su aspiración en 2023.
A su vez, al ser congresista, apoyaría el argumento legal para que la Liga de Gobernantes Anticorrupción obtenga la personería jurídica, tal como ocurrió con la Colombia Humana de Gustavo Petro.
La personalidad del ingeniero tampoco ayuda. No es paciente y su especialidad es la administración, no la legislación. Por esto, preferiría dejar perder la curul para buscar la Gobernación.
Una de las preocupaciones es que el proceso en su contra que adelanta la Fiscalía General de la Nación pase a la Corte Suprema de Justicia. Si por alguna razón se ordena su arresto domiciliario, se cae su aspiración.
Queda claro que tanto Rodolfo Hernández como la Liga de Gobernantes Anticorrupción siguen vivos en la política y con expectativas altas para 2023, proceso electoral en el que buscan avalar aspirantes en todo el territorio nacional.