El presidente Gustavo Petro le propuso al papa Francisco que se realice una ronda de paz con el ELN en el Vaticano, pero esa posibilidad está descartada por seguridad. Para los negociadores del Gobierno y la guerrilla, está claro que trasladar la mesa a Italia traería un riesgo jurídico para los integrantes del grupo criminal porque podrían ser detenidos en ese país, ya que las suspensiones de órdenes de captura solo aplican para Colombia, y la Unión Europea es muy estricta en esa materia. Además, en Italia gobierna la derecha. Aunque la Iglesia católica desempeña un papel fundamental en la negociación, el encuentro entre el papa y la mesa tendría que darse en otro momento y en diferente lugar. Hace unos meses se descartó que los negociadores viajaran a España, justamente por las mismas razones.