Durante el desarrollo del Seminario Regional para la implementación del Código General Disciplinario, organizado en Ibagué, la procuradora general de la Nación, Margarita Cabello Blanco, dio a conocer su punto de vista sobre las reformas que han sido impulsadas por el Gobierno y que se encuentran bajo revisión del Congreso.

Por un lado, señaló que en cualquier reforma legislativa el articulado presentado debe estar dentro de la constitución. Sin embargo, considera que el proyecto impulsado por el Gobierno de Gustavo Petro no es así. “En el trámite de estas reformas se está olvidando el principio fundamental de no regresividad”, indicó la funcionaria al señalar que es imposible que los derechos ganados se puedan perder con la reforma. “De ser así, serían eliminados al pasar por el tamiz de la Corte Constitucional, lo que podría generar unos proyectos a mitad de camino”.

Cabello agregó que, si bien es evidente y claro que los trabajadores formales quieren siempre más beneficios, no se puede pasar por alto que la orientación básica de una reforma laboral tiene que ser la protección para aumentar el empleo y disminuir la informalidad. Ella considera que ambos aspectos no se están tomando en cuenta.

La cabeza del Ministerio Público también indicó que el proyecto de ley en materia laboral puede afectar a las empresas en general y, por consiguiente, no iría de la mano con las otras iniciativas del Gobierno. “La reforma pensional no nos va a servir, pues habrá más desempleo y más informalidad, no tendremos el nivel de cotización requerido para el ahorro correspondiente”.

Su intervención concluyó al mencionar que el ejercicio de la función disciplinaria no puede entenderse como el capricho o la decisión arbitraria de la Procuraduría. Al contrario, es una acción indispensable para el cumplimiento de los fines esenciales del Estado.

Finalmente, resaltó el papel que desempeña el derecho disciplinario como parte del sistema de pesos y contrapesos adoptado por la Carta Política, pues ningún servidor público en Colombia puede inclinar la balanza para hacer valer sus intereses personales en desmedro del interés general.