Aunque la reforma tributaria que promueve el Gobierno vive sus horas más difíciles, tras el retiro de la iniciativa por parte del presidente, no es la primera vez que el ministro Carrasquilla enfrenta la adversidad al tratar de aprobar estas leyes. En 2004, el Congreso le hundió una tributaria que buscaba imponer impuestos a ciertas pensiones, bajar la base para gravar patrimonios a partir de 1.000 millones de pesos y reducir las tarifas de renta a las empresas. La tributaria de 2021, con algunos parecidos, sigue viva, aunque sufrirá una gran transformación. Eso sí, a Carrasquilla hay que abonarle la persistencia: siempre ha querido ampliar el IVA a más productos, tema que hasta ahora no ha cuajado.