La teoría de Trump, López Obrador y Bolsonaro de que el colapso económico producido por la cuarentena dejaría más muertos que el coronavirus tiene seguidores. En México, Ricardo Salinas, cabeza de uno de los grupos económicos más importantes de ese país, notificó que sus miles de empleados seguirían trabajando normalmente, asumiendo los riesgos del contagio, que para él no es muy letal. En Brasil, el ministro de Defensa, después de haber sido diagnosticado con el virus, se presentó a una reunión en el palacio de Gobierno sin tapabocas, saludó de mano al presidente y a sus colegas, y se sentó como si nada para mandar un mensaje a la opinión pública.