En el vuelo procedente de Toulouse (Francia), en el que venía el presidente Gustavo Petro y los demás miembros de su comitiva, no solo venían los pasajeros. En el equipaje también aterrizaron 180 piezas arqueológicas que la Cancillería había solicitado a Italia.
El embajale y transporte estuvo a cargo de la embajadora de Colombia en Italia, Ligia Quessep, en colaboración con la embajada en Francia para llevarlos a ese país. Gracias a eso, las piezas pudieron ser transportadas desde Roma hasta Toulouse, para que llegaran a Colombia en ese vuelo que tuvo escalas en Tenerife y Belén y aterrizó en Bogotá el pasado sábado 21 de enero.
Estas piezas fueron recuperadas porque habían sido objeto de tráfico ilícito y hacen parte de la memoria e identidad de la nación.
Según informó la Cancillería, 149 de estos elementos fueron entregadas voluntariamente por el ciudadano italiano Vittorio Zampieri en 2007. Asimismo, gracias a las autoridades italianas se incautaron otras 29 piezas precolombinas confiscadas en 2014, las cuales posteriormente fueron devueltas a la embajada colombiana en Roma. Esto, gracias a un proceso judicial que salió en favor de Colombia.
Las piezas que fueron recuperadas serán exhibidas en el Palacio San Carlos, sede de la Cancillería en Bogotá la próxima semana.