Una fuerte polémica se suscitó este fin de semana, luego de que el presidente Gustavo Petro invitara a todos los cafeteros del país a tomarse un tinto para hablar de rentabilidad en esa actividad económica, pero la ‘tarjeta’, que viene del Miniaterio de Agricultura, no parece involucrar a la Federación de Cafeteros.
El mandatario se refería a un evento que se realizará el 3 y 4 de abril, en el que, además de celebrar aniversario de la caficultura colombiana, lanza una convocatoria para cooperativas y asociaciones de caficultores, lo que ha dado pie para establecer que el presidente seguiría enojado con el gerente de la Federación de Cafeteros, Germán Bahamón, quien fue elegido por los comités departamentales, pese a la petición de ese momento, por parte de Petro, de que no adelantaran la elección.
Este martes, el expresidente Álvaro Uribe salió al quite. Mencionó la administración de Bahamón como “austera” y se refirió a los “abusos” que se venían cometiendo en años anteriores: “Los abusos de Santos”, dijo.
De inmediato, el exmandatario, líder actual del partido Centro Democrático, que le hace oposición al gobierno actual, señaló que “Debe defenderse a la Federación. Ni toma estatal, ni abusos”, manifestó.
El presidente Petro se ha referido a la Federación como “ejemplo del robo del café por parte de la oligarquía. Y luego se volvieron petroleros y carboneros y recibieron el CVY (¿cómo voy yo?), del petróleo, del carbón y la cocaína, y acabaron con la economía cafetera que se desplazó hacia el sur”, manifestó.
El sector caficultor ha sido clave para el sector de la agricultura y para las exportaciones. Del cultivo del grano dependen 540.000 familias, la mayoría de ellas con pequeñas producciones.