Hay un dato interesante sobre el nombre del recién posesionado del país azteca. Como su nombre es muy largo, decidió acortarlo utilizando solo las iniciales para que fuera más manejable. Desde entonces todo el mundo lo conoce como AMLO (Andrés Manuel López Obrador). Su nombre original, sin embargo, era al revés: Manuel Andrés López Obrador. Pero como este hubiera producido el apodo de MALO, invirtió los dos primeros nombres.