Durante la plenaria del Senado de este martes (26 de julio) se presentó un momento bastante particular por cuenta de las palabras del presidente del Congreso, Roy Barreras.
Durante la discusión del tratado del Acuerdo de Escazú, Barreras pidió que se hicieran llegar los refrigerios para los congresistas con la finalidad de mantener el quorum y seguir estudiando dicha iniciativa.
Como los refrigerios no llegaron, a pesar de haberlos pedido con tiempo, Barreras dijo que tocaría comprar empanadas para calmar el hambre y seguir legislando.
“Voy a pedirles a mis asistentes que apuren ante la Dirección Administrativa el refrigerio, salvo que sea un plato sofisticado, debieron llegar hace una hora. Si no, pues en la esquina venden unas empanadas buenísimas, mande a comprar 108″, dijo Barreras.
Su comentario causó gracia en todos los legisladores y por eso se quedaron en sus curules para continuar con el trámite legislativo. Finalmente, no hubo necesidad de comprar las empanadas y los refrigerios llegaron a tiempo.
Incluso, Barreras se bajó de la mesa principal para repartir él mismo los alimentos a sus compañeros.