El papa Francisco fue visto este miércoles en un evento del Vaticano sin guardar los mínimos protocolos de bioseguridad por la pandemia del coronavirus. Sin mascarilla, besando las manos de sacerdotes recién ordenados y abrazando a otros obispos que tampoco tenían mascarilla, el pontífice sorprendió a los fotógrafos y a varios comentaristas, que alertaron del peligro que corre Jorge Bergoglio, su nombre de pila, de 83 años. El papa no solo es mayor de 80, un rango de edad peligroso a la hora de evaluar los riesgos del coronavirus, sino que también le falta medio pulmón desde los 21 años. A pesar de eso, pocas veces ha usado tapabocas y desde hace algún tiempo ha estado participando en eventos masivos en los que no todos los asistentes lo usan. El tema preocupa porque Italia ha vivido un nuevo repunte de casos de coronavirus.