Cuando una pareja decide unirse, organiza sus finanzas en torno a sus metas en común. De igual manera, ante un divorcio, cada uno debe hacer un plan financiero con nuevos objetivos.
Tenga en cuenta que el vínculo económico es uno de los más difíciles de disolver. Temas como el ahorro compartido, los gastos de los hijos y las deudas conjuntas son algunos de los que causan mayor preocupación entre las parejas que enfrentan una ruptura.
Por eso, es importante que, antes de ejecutar la separación, revise las finanzas de su nuevo estado y las vuelva a proyectar para cumplir sus objetivos personales. A continuación, le damos algunos consejos para hacerlo: