Tener deuda no es necesariamente malo, pues a través de ella se pueden hacer grandes compras, apalancarse en negocios e, incluso, mejorar el historial crediticio. De hecho, gran parte de lo que se pide prestado puede considerarse como ‘deuda buena‘, sobre todo cuando las cuotas son asequibles y nos ayudan a pagar pagos grandes en cierto periodo de tiempo, como ocurre con las hipotecas, por ejemplo. Sin embargo, tener una deuda demasiado grande puede causar inconvenientes, no sólo por lo que implica en términos financieros sino que preocuparse por las deudas puede afectar el comportamiento, las relaciones interpersonales, el sueño y la salud. El problema con las deudas empieza cuando estas se salen de control y usted no es capaz de pagar lo que debe. Entonces ¿cuándo debe empezar a preocuparse por las deudas?
Uno de los indicadores principales para medir la deuda es la relación deuda-ingresos, que compara la cantidad de dinero que paga en deuda mensualmente con la totalidad de los ingresos. Para calcular la proporción debe sumar todos los pagos que destina a la deuda en un mes. Esto incluye pagos de las tarjetas de crédito, préstamos hipotecarios, estudiantiles, de automóvil, de adelantos de nómina, entre otros. Luego, divida dicha suma entre el total de sus ingresos y multiplique el resultado por 100. Este número le indicará el porcentaje de sus ingresos que utiliza para pagar lo que debe. La recomendación de los expertos en finanzas personales es que esta relación no debe superar el 35%. Si es así, debe empezar a ocuparse y tratar de salir de las deudas lo antes posible.
Una relación deuda- ingresos cercana o superior al 40% puede ser muy perjudicial y expone las finanzas personales a los cambios en las tasas de interés. Una vez se alcanza dicho porcentaje, es probable que se empiecen a experimentar otros signos de sobreendeudamiento como: Reducir los gastos esenciales. Hacer compras esenciales con tarjetas de crédito. Hacer sólo los pagos mínimos de las cuotas. Utilizar otras deudas para pagar las preexistentes. Pedir prestado a amigos y familiares de manera regular para poder llegar a fin de mes. Dificultad para pagar las facturas mensuales. Tener pagos atrasados o vencidos. No saber con certeza cuánto dinero debe. Alcanzó el límite de sus tarjetas de crédito. Le han rechazado otros créditos. Recibe llamadas de cobranza. No tiene dinero para ahorrar y tampoco un fondo de emergencias. ¿Qué hacer cuando está sobreendeudado? Si se encuentra sobreendeudado, tenga en cuenta que existen diferentes métodos y opciones financieras para salir de las deudas. Sea positivo y tome medidas. Lo primero es hacer un presupuesto mensual en el que especifique todos los pagos de deudas, con el fin de tener claridad de cuánto dinero es el que debe pagar. También se deben contabilizar los ingresos mensuales, tratando de reducir todos los montos que se pueda, con el fin de priorizar el pago de la deuda.
Puede optar por seleccionar un método de pago de deuda como la avalancha de deudas o la bola de nieve. Y luego debe hacer un plan de pago de corto, mediano y largo plazo. Otra opción es llamar a los acreedores para discutir sus opciones de pago, con el fin de encontrar mejores condiciones, o hacer una compra de cartera para unificar sus deudas.