¿Cómo suelen ser sus mañanas cada día al despertar antes de ir a trabajar? Si usted es de los que retrasa la alarma de cinco en cinco minutos hasta que pasa media hora, se levanta corriendo a duras penas para ducharse y arreglarse y finalmente se toma un jugo o sale de la casa sin desayunar, déjeme decirle que desde que comienza el día está haciendo las cosas muy mal.Sí, sabemos que levantarse temprano es muy duro, más aún cuando las tareas diarias son arduas en el trabajo. Sin embargo, usted está haciendo que su día se vuelva más agitado y muy estresado desde que se levanta con estas conductas.El problema es que después de salir de la casa usted va a sentir como si “se hubiera levantado con el pie izquierdo” porque las cosas no se le dan como esperaba, empezando porque el transporte que siempre coge se retrasa o preciso se encuentra con un trancón impresionante en la vía que lo retrasa más de una hora para llegar a su trabajo. Pasa de todo hasta que usted se comienza a agobiar.Le puede interesar: Con estos hábitos de lectura usted parecerá más exitosoCuando sale con prisa y sin mayor atención a la preparación de su mañana, usted no está listo para las eventualidades que puedan suceder, entonces lo más seguro que pase es que termine peleando con alguien de camino al trabajo y que al final llegue tarde a sus labores con la excusa de que “el tráfico estaba terrible”. De esta situación lo único que logró es que sus energías se acabaran por completo, que incluso llegara con cara de amargado al trabajo debido a la situación tan estresante que tuvo y que al final del día solo se sintiera más cansado que siempre por tanto estrés. Esto tan solo es un ejemplo de lo que una cosa pequeña desencadena en la otra, hasta que termina siendo un gran problema en su rutina o en su vida.Por eso es tan importante que haga conciencia de cada tarea desde que abre los ojos, tómese el tiempo necesario en cada actividad. Empiece por trabajar en la alarma de las mañanas, si es de los que la retrasa mucho, lo mejor será que haga un plan maestro que lo obligue a levantarse en el primer sonido.Después de que lo logre, al levantarse intente estirar un poco los músculos para que se sienta más relajado y al terminar tome una ducha restregando cada parte de su cuerpo para que se sienta más tranquilo.El desayuno es la parte más importante del día, no solo por ser un alimento esencial para retomar energías y mantener el día recargado, sino también porque le permitirá hacer la primera tarea del día con paciencia. Pues si usted se toma el tiempo para ser consciente de lo que mastica y bebe a la vez, bajará la ansiedad considerablemente y lo mejor de todo saldrá de su casa con una sonrisa de ‘oreja a oreja’.Pero además de todo esto que le acabamos de decir hay una cosa que aunque parezca insignificante, realmente le va mejorar su día y su vida por completo, se trata de tener el hábito de tender la cama  todas las mañanas antes de ir a trabajar. “Si quieres cambiar el mundo empieza por tender tu cama” según cita Nicole Fuentes en Entrepreneur, esto fue lo que dijo un Almirante de la Marina de los Estados Unidos William H. McCraven a los estudiantes de la Universidad de Texas en un discurso de graduación.Lea también: Esta es la hora que debería despertarse para tener un mejor día“Si tiendes tu cama en la mañana habrás completado tu primera tarea del día. Esto te dará una pequeña sensación de orgullo y te motivará a realizar otra. Al final del día esta tarea completa se habrá convertido en muchas tareas completas”.Comenzar el día tendiendo la cama lo hace más productivo y exitoso a la vez, y no se trata del hecho en sí mismo de solo hacer una cama, sino lo que esto implica como una tarea sencilla de hacer, ya que al igual que el ejercicio o dormir suficiente este es un hábito como muchos otros que tiene un efecto positivo en cadena de resultados o conductas en otras áreas.  Entrepreneur explica que tender la cama representa ganar una pequeña batalla que pone a nuestro cerebro en modo éxito y genera la motivación para seguir y lograr más.Y es que, “tender la cama también refuerza que las cosas pequeñas importan. Si no puedes hacer bien las cosas pequeñas, nunca podrás hacer bien las cosas grandes”. Los quehaceres de la casa deben ser la primera enseñanza que tengan los hijos desde casa, porque con ellas pueden ejercitar la gratitud, la resiliencia y la paciencia. Lo ideal no es limitarse para cumplir las metas o labores a medias, sino más bien entender que estos detalles permiten experimentar la victoria, la sensación de haber contribuido con algo , el completar el objetivo y que este a su vez sea reconocido por los demás.Y es que a pesar de que lloriquee por lavar un plato o colaborar en las tareas del hogar, debemos pensar ¿qué estamos haciendo en vez de eso que de verdad valga la pena? Seguramente ver televisión o estar en el celular.Pero nuestra tarea es enseñar a los más chicos que se trata de tareas que permiten conquistar pequeñas victorias a la vez, es igual que cuando vamos al gimnasio, bajamos un kilo a la vez o cuando entra a algún tipo de curso para aprender, usted pasa un nivel a la vez. Así pasa con todo en la vida por lo que usted nunca se puede rendir.Finalmente, Nicole cita a Charles Duhigg, autor del libro El poder de los hábitos, el escritor relata los resultados de estudios que muestran que las personas que hacen su cama en la mañana son más productivas, más felices y más capaces para adherirse a un presupuesto. Tender la cama en la mañana aumenta nuestras posibilidades de tomar mejores decisiones durante el resto del día y eleva nuestra sensación de control. Siga leyendo: Los excéntricos hábitos de Albert Einstein y qué lecciones útiles nos enseñan