Una de las lecciones que nos ha dejado el 2020 es la importancia de cuidar de nuestro planeta. Sin embargo, el impacto del consumo humano sobre la naturaleza está llevando al planeta a límites peligrosos.  De hecho, un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), muestra que estamos perdiendo vida silvestre a ritmos alarmantes. En los u´ltimos 50 an~os, las 21 mil poblaciones de vertebrados monitoreadas por el fondo se redujeron, en promedio, un 68% a nivel global, mientras que en Latinoame´rica, la cifra asciende al 94%. Sin embargo, estamos a tiempo de revertir las consecuencias y podemos lograrlo a través de pequeñas acciones diarias, justamente podemos empezar en esta Navidad.  Esta es una de las épocas del año en las que más consumimos, no sólo por los regalos que compramos, sino por las fiestas y comidas con las que celebramos.  Es así que tomar pequeñas acciones como no desperdiciar tantos alimentos, variar en las recetas, reemplazar el pla´stico por otros materiales, y regalar una adopcio´n simbo´lica, puede ayudarnos para tener una Navidad en sintonía con la naturaleza. 

Estas son algunas recomendaciones de WWF en esta Navidad. Adiós al plástico Cuando tiramos a la basura los residuos pla´sticos es muy probable que estos sean depositados en rellenos sanitarios o que terminen en la naturaleza, porque nuestro sistema de gestio´n de residuos es incapaz de manejar la cantidad y la velocidad en que los producimos.  Sin contar con que, entre el 2000 y 2016, produjimos tanto pla´stico como en toda la historia de la civilizacio´n y, de continuar asi´, en 2050 los oce´anos tendra´n ma´s pla´stico que peces. Por eso, esta Navidad: No utilice vasos y platos pla´sticos en las noches de celebracio´n. No regale productos fabricados con pla´stico nuevo (o virgen). Piense en productos hechos con pla´stico reciclado.  No regale productos que incentiven el consumo desmedido. Regale ha´bitos. Un pitillo meta´lico, una taza para el cafe´ reutilizable o un termo para el agua, así esa persona tendra´ un an~o en el que contaminara´ menos. No regale cosas innecesarias. Piense en un kit ecolo´gico de aseo personal. Hay gran oferta de elementos producidos de manera artesanal y empacados sin pla´stico. Bu´squelos en redes sociales y apoye el comercio local. No use ni regale arti´culos pla´sticos que se convierten en residuos despue´s de un solo uso, como el icopor, o productos que contengan micropla´sticos como exfoliantes. Estos materiales no se recuperan y existe una alta probabilidad de que se conviertan en trampas mortales para la vida silvestre, cuando terminan como contaminacio´n en la naturaleza. No pida domicilios en los di´as posteriores a las celebraciones. Deje la comida preparada para el 25 de diciembre y 1 de enero, asi´ evitara´ una gran cantidad de residuos que vienen con el domicilio. Tenga en cuenta que solo el 9 % de todo el pla´stico que consumimos en el mundo se recicla. El otro 91 % se convierte en basura.  En 2016, la produccio´n de pla´stico fue de 396 millones de toneladas me´tricas y casi todo esto es basura y en 2019, WWF encontro´ evidencia de micropla´sticos en nuestra comida y bebidas. Estas parti´culas diminutas pueden ser invisibles a la vista y se filtran en el agua y el aire, pasando a los alimentos que consumimos. Comemos tantas de estas parti´culas de pla´stico como el peso equivalente a una tarjeta de cre´dito ¡a la semana!

No desperdicie comida Cada vez que un alimento termina en la caneca no so´lo se pierde el alimento como tal, sino todos los recursos que se usaron para producirlo. Por ejemplo, toda el agua que se uso´ para que llegara a nuestras manos. En el mundo y en Colombia cerca de un 1/3 de todos los alimentos terminan en pe´rdidas o desperdicios, y, segu´n la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las mayores pérdidas de alimentos en Colombia se registran en las cadenas de frutas y vegetales con un 62%.  Lamentablemente nos hemos acostumbrado a desechar partes de los alimentos que son absolutamente comestibles: la cáscara de las papas, los tallos del brócoli o los corazones de las manzanas o peras, cuando en internet hay cientos de recetas para usarlas. Por eso, pida a las personas con quien vaya a compartir la cena de Navidad que traigan un envase para compartir lo que sobre al final de la celebracio´n. Varíe su alimentación Si todos comemos muy similar, necesitamos grandes extensiones de un solo cultivo, lo cual puede afectar la calidad del suelo.  Si, por ejemplo, para fin de an~o comemos tantas uvas que debemos importar una parte de ellas, el transporte de esta mercanci´a genera emisiones de carbono.  Si comemos ma´s variado no so´lo estaremos ma´s sanos, sino que promoveremos el cultivo de una variedad más amplia de alimentos.  ¿Qué tal entonces cambiar las 12 uvas del cambio de año por un pincho de frutas colombianas?

Coma local No se trata de no comprar nunca un importado, pero si´ de ser ma´s selectivos y preferir las opciones locales.  Los humanos actualmente demandamos 1,7 veces más recursos de los que la Tierra puede regenerar, y es por eso que cada año dejamos a la naturaleza más débil y menos capaz de proveer nuestras necesidades futuras.  Por eso, al elegir un alimento hay que fijarse dónde es producido y privilegiar aquellos que sean cultivados o hechos lo más cerca de donde se está comprando y privilegiar los que están en cosecha.  En vez de comprar, Haga una adopcio´n simbo´lica ¿Sabi´a que los regalos que tradicionalmente damos en Navidad tienen un fuerte impacto en la naturaleza? ¿Que para producir un par de jeans se necesitan 8.000 litros de agua? ¿o que todo el pla´stico que regalemos probablemente terminara´ en los oce´anos? Por eso, este an~o WWF lanzó el programa de Adopcio´n de Especies, una alternativa para regalar sin hacerle dan~o al Planeta.  La idea es que, en vez de las compras naviden~as tradicionales, adopte simbo´licamente un jaguar, un oso de anteojos, una tortuga marina, o un elefante, a trave´s de un aporte monetario (mi´nimo de 40.000 pesos mensuales o 100.000 pesos si es de u´nica vez) para financiar programas como el monitoreo con ca´maras trampa y las capacitaciones comunitarias locales que mejoran los i´ndices de conservacio´n de estas especies en riesgo de extincio´n.  La donacio´n incluye un certificado digital que se puede poner a nombre de la persona a la que se le quiera regalar, y envia´rselo.