El Coronavirus ha sido uno de los retos más grandes en la historia reciente. Si bien empezó siendo una crisis sanitaria, esta, debido a las cuarentenas estrictas y al cierre del comercio, también se ha convertido en una crisis económica que ha llevado al PIB del país a uno de sus mínimos históricos, alcanzando -15,7% en el segundo trimestre. Aún estamos a la expectativa. Aunque la reactivación económica empezó el 1 de septiembre con el comienzo de la cuarentena selectiva, aún hay muchas situaciones que causan incertidumbre. Está la posibilidad de tener un nuevo pico de infecciones, la poca certeza frente a las vacunas, el no saber cómo se van a reactivar las empresas o cómo mitigar el desempleo y, ahora, se suman temas de violencia en el país, inconformidad social y protestas.  Ante tal panorama, es mejor vigilar sus gastos y no correr riesgos indebidos que podrían poner en peligro sus objetivos y estabilidad financiera. Lo que le sucede a la economía durante una crisis puede afectar negativamente sus finanzas personales. Así, es importante que evite ciertos riesgos financieros, a continuación se presentan algunos de ellos.

Evite ser codeudor La firma conjunta de un préstamo puede ser algo muy arriesgado, incluso en buenos tiempos económicos, pues, si la persona que toma el préstamo no realiza los pagos programados, el codeudor sería el responsable de hacerlos.  Durante una crisis económica aumentan los riesgos financieros, incluido el riesgo de incumplimiento, ya que la persona que solicita el préstamo tiene una mayor probabilidad de perder su trabajo. Así, la firma conjunta lo deja financieramente expuesto ante una deuda que no es propiamente suya, por eso le recomendamos que considere otras formas de ayudar al prestatario, si puede. Sin embargo, puede que le resulte necesario ser codeudor de un familiar o amigo cercano, independientemente de lo que esté sucediendo en la economía. En estos casos, vale la pena reservar algo de dinero como colchón.

No adquiera deudas con tasa variable  Las tasas de interés, en términos generales, son el costo del dinero, es lo que le cobra el banco o la entidad financiera por prestarle dinero a un plazo específico. Estas, pueden ser tasas fijas o variables. Las fijas son aquellas que se mantienen constantes durante el plazo del crédito; mientras que las variables se actualizan mensual o trimestralmente. Las tasas variables están asociadas a tasas de referencia como la DTF o el IPC más un diferencial o puntos fijos. La tasa puede ser, por ejemplo: la DTF + 10 puntos. No es recomendable adquirir créditos a tasa variable en momentos de crisis porque hay incertidumbre en la economía y no sabemos qué pueda pasar con las tasas de referencia. Considere el peor de los casos: pierde su trabajo y las tasas de referencia suben. Entonces, sus pagos mensuales podrían aumentar, haciendo que sea muy difícil mantenerse al día. Los pagos atrasados y la falta de pago, a su vez, pueden tener un impacto adverso en su calificación crediticia, lo que dificulta la obtención de un préstamo en el futuro.

En tiempos de crisis, no adquiera deudas con tasa variable.  En general, no adquiera nuevas deudas Asumir una nueva deuda, como un préstamo para comprar un carro, una casa o una deuda estudiantil, no tiene por qué ser un problema en los buenos tiempos, cuando puede ganar suficiente dinero para cubrir los pagos mensuales. Pero cuando la economía empeora los riesgos aumentan, incluido el riesgo de que lo despidan. Si eso sucede, es posible que deba aceptar un trabajo (o trabajos) que paguen menos que su salario anterior, lo que podría afectar su capacidad para pagar la deuda. En resumen, si está considerando agregar deuda, comprenda que esto podría complicar su situación financiera si lo despiden o se reducen sus ingresos por alguna razón. Adquirir nueva deuda en un entorno de crisis es arriesgado. En el peor de los casos, incluso podría contribuir a la quiebra. Pague en efectivo, si puede.

No de su trabajo por sentado Durante una desaceleración económica, es importante comprender que incluso las grandes empresas sufren presiones financieras, lo que las lleva a reducir los gastos de cualquier forma posible. Eso podría significar reducir los gastos operativos, recortar dividendos o eliminar puestos de trabajo. Una muestra de ello es el aumento de la tasa de desempleo en el país desde que empezó la cuarentena. La tasa alcanzo 20,2% en julio. Debido a que los trabajos se vuelven tan vulnerables durante una crisis, los empleados deben hacer todo lo posible para asegurarse de que su empleador tenga una opinión favorable de ellos, siempre teniendo un equilibrio entre la vida laboral y la personal. Desde la perspectiva de un empleador, tiene más sentido recortar a los trabajadores mediocres en lugar de reducir las horas o los salarios de sus empleados más productivos. Asegúrese de no ser un trabajador mediocre. De todas formas, trate de tener otras formas de ingreso secundario, por ejemplo, vendiendo productos en línea o haciendo actividades de freelance.