A los 64 años, Ana Elvia Forero, ama de casa y madre de seis hijos, decidió continuar con el legado de su esposo, quien trabajó toda la vida en el negocio de las pinturas, hasta que falleció de cáncer. Así nació Pinturas Tito Pabón, que hoy lidera una mujer de 81 años, quien ha comprobado que los sueños no tienen edad, incluso en una industria dominada por figuras masculinas.A pesar de que el propio Tito nunca creyó que su esposa iba a continuar con el negocio, hoy ella junto a su hija Lida Pabón dirigen esta empresa que ya tiene 18 años y 130 empleados. Lida, una maestra de literatura que enseñó en colegios públicos por más de 30 años, llegó a la compañía hace una década para ayudar a su mamá en esta aventura. “Con mi madre conformamos un equipo de trabajo que está fundamentado en algo que al país todavía le cuesta mucho entender: respetar las ideas de los otros. Gracias a ella veo este negocio de una manera muy diferente. Ahora sé que quien gerencia bien su casa puede ser la mejor gerente de un negocio como este. Es una mujer muy valiosa y comprensiva”, dice Lida.La empresa muestra con orgullo sus raíces, busca construir valores y generar bienestar. Por eso ha decidido apoyar el deporte, especialmente el fútbol de salón o microfútbol. Y es que este se encuentra estrechamente ligado a Tito Pabón porque las personas que más usan sus productos, los maestros de obra, gozan jugando micro.En las construcciones ese es el espacio de ocio de los trabajadores. En un parque, en una cancha improvisada, con sus botas y sus overoles, se entretienen con un pequeño balón. Más que un deporte, es un asunto cultural y en los barrios populares colombianos se ha vuelto una actividad de todos: niños, jóvenes, adultos que se relajan con él después del trabajo, y hasta las mujeres que han descubierto una manera agradable de pasar el tiempo y ejercitarse.El microfútbol es el semillero del balompié, a muchos les apasiona ese juego corto y rápido en cancha pequeña, que promueve la complicidad y la amistad, fortalece la unión. Así lo cree Lida: “Nosotros apoyamos el deporte en equipo porque nos enseña a trabajar juntos, que es justo el problema en este país. Estamos polarizados y debemos dar ejemplo de unión desde nuestros hogares y nuestras empresas”. Por eso, Tito Pabón apoya a sus empleados en los torneos de microfútbol que han empezado a jugar sus trabajadoras.Esta iniciativa dentro de la compañía nació, en parte, gracias al apoyo que la empresa le ha dado a la selección femenina de fútbol de salón. Desde hace un año Tito Pabón se convirtió en el patrocinador oficial de este equipo, que alcanzó el tercer lugar en el Mundial de 2017 en Cataluña. Tienen el campeonato suramericano y hace cuatro años obtuvieron el oro en el mundial que se celebró en Barrancabermeja. Esta idea de Ana Elvia y su hija es coherente con los tiempos que corren, en los que el género femenino alza su voz para hacerse sentir en los diferentes ámbitos de la sociedad.En Pinturas Tito Pabón se diseñó el negocio alrededor del bienestar del ser humano. Su línea de producción está enfocada en ello y esto también lo refuerzan patrocinando el deporte. Pensando en sus usuarios y en el planeta han trabajado con compañías químicas alrededor del mundo para obtener una pintura que sea amigable con el medioambiente y promover el reciclaje. “Entendí que la industria es una plataforma de generación cultural, y al darme cuenta de eso me enamoré de lo que hago. Trabajo con libertad para crear un concepto nuevo en esta industria que se tiene que transformar y adaptar para responder de manera apropiada a los retos sociales y ambientales que enfrentamos”, concluye Lida.