Este año, por primera vez en la historia de la humanidad y del país, la proporción de personas mayores de 60 años (13,4 por ciento) es superior a la de quienes se encuentran entre los 0 y 5 años (8,4 por ciento). Cifras que marcan la ruta del comportamiento demográfico que tendrá Colombia en el futuro.Saber cómo está envejeciendo la población, entender las dinámicas de este fenómeno, conocer las necesidades de los viejos y generar soluciones que impacten su calidad de vida, salud, bienestar, educación y economía son los principales retos que deben asumir los sectores público y privado para garantizar una vejez digna a la comunidad.Roberto Angulo, socio fundador de Inclusión Consultoría para el Desarrollo, considera que gran parte de las oportunidades con las personas mayores está en el campo educativo, un aspecto clave que permite generar dinámicas productivas y sociales que hagan de la vejez una etapa de la vida con alta calidad.Por su parte, Juan Daniel Oviedo, director del Departamento Nacional de Estadística (Dane), llama la atención sobre la composición de los hogares colombianos en donde viven adultos mayores. En el 15 por ciento de estos conviven tres generaciones y eso facilita el intercambio de conocimientos, experiencias, cuidados, habilidades y saberes. Precisamente, dice Angulo, “es en el logro educativo en donde más desafíos tenemos con las personas mayores. Debemos fortalecer los lazos de solidaridad intergeneracional y pensar en cómo capitalizar las redes familiares para el desarrollo”.Otro aspecto importante es garantizar un buen envejecimiento a través del cuidado en la salud física y mental y las buenas relaciones con el entorno y la sociedad. Estos factores adquieren relevancia cuando se piensa en las personas mayores como actores relevantes para el futuro del país. Soraya Montoya, directora ejecutiva de la Fundación Saldarriaga Concha, también destaca su papel a la hora de tomar decisiones que afectan a la sociedad. Y recalca la alta participación de esta población en las jornadas electorales. “En las pasadas elecciones, por ejemplo, el 70 por ciento de las personas mayores de Bogotá ejercieron su voto”, dice Montoya, al tiempo que invita a reconocer el conocimiento, la experiencia y los conceptos de las personas mayores en el diseño de políticas públicas. Adicionalmente, advierte María Claudia Santos, coordinadora general de la Fundación Arturo & Enrica Sesana, también es momento de cambiar la percepción que se tiene sobre ellas. “Es estratégico para Colombia. En los países donde la percepción sobre las personas mayores es adecuada viven más, son más activas, aportan más a la sociedad y se demora el deterioro fisiológico. Con ese cambio de percepción logramos contribuir al desarrollo económico y social del país y a generar una cultura más inclusiva”.Lea también: Más oportunidades productivas para los adultos mayores: una tarea pendiente