SEMANA: Usted y Alex Char son los alcaldes más populares de Colombia, ¿comparten la misma manera de gobernar? FEDERICO GUTIÉRREZ: Tenemos en común una forma de gobernar cercana a la gente, la convicción de que tanto los problemas como las soluciones están en la calle, y las ganas de seguir potenciando la transformación de dos ciudades maravillosas de nuestro país. Alex es, además de mi colega, un gran amigo. Es una persona buena, que a mi modo de ver es lo más importante; y como político es un referente de esta nueva generación de gobernantes de Colombia. SEMANA: ¿Qué se necesita para dirigir con éxito los destinos de ciudades tan importantes para el país? F.G.: En el mundo y en la Colombia actual, las ciudades son el motor del desarrollo. Así que dirigirlas es un honor y una gran responsabilidad. Creo que ambos vemos el potencial de nuestros territorios y nos une el hecho de haber tenido que superar muchos retos, aunque de naturalezas distintas. Esa mezcla de lo bueno y lo difícil la hemos sabido sortear, durante años, en ambas ciudades. Destacaría también que los sectores académico y empresarial, y la ciudadanía, han estado comprometidos con nuestras propuestas. SEMANA: En la última década, ¿cuál ha sido el cambio de Barranquilla que más destacaría? F.G.: La ciudad tiene a su favor una ubicación estratégica: estar a orillas del Magdalena, justo en su desembocadura hacia el mar Caribe, la convierte en un centro estratégico comercial e industrial. Su desarrollo en ese sentido se ha mantenido durante décadas, pero lo que más me alegra es su crecimiento como destino turístico. Ese desenfado característico de nuestra región Caribe, sumado a una sociedad emprendedora y a una infraestructura moderna, hacen de Barranquilla un destino imperdible. SEMANA: La seguridad urbana es uno de los grandes desafíos de Barranquilla y Medellín. ¿Qué medidas han probado ser las más efectivas? F.G.: El punto de partida es ese, no negar las realidades que afrontamos. Cuando hay retos, tenemos que reconocerlos para enfrentarlos. Medellín es una ciudad maravillosa, que ha dejado atrás sus épocas más violentas, pero que sigue cargando con la herencia maldita del narcotráfico. Ante este panorama, decidimos dar una lucha ética e integral en contra de la ilegalidad en todas sus formas. Una lucha que incluye combatir el crimen de manera estructural al tiempo que llevamos oferta social a todos los rincones de nuestros barrios. Barranquilla y Medellín son ciudades atractivas, tristemente, incluso para el crimen. Tenemos el reto de luchar contra el problema estructural que nos aqueja: la ilegalidad.

"Barranquilla tiene a su favor la ubicación estratégica al frente del río Magdalena", destaca Gutiérrez. Foto: AFP SEMANA: ¿Y el microtráfico? F.G.: Este es un asunto sumamente complejo que no puede reducirse o simplificarse. Por un lado es un problema de salud pública; esto debe entenderse para no criminalizar al consumidor. Por otro, es un problema de seguridad porque existe una nefasta cadena criminal detrás del fenómeno, más ahora que el país está inundado en droga. Las repercusiones sociales y económicas que trae el microtráfico son incalculables. Hay que afrontar este flagelo teniendo en cuenta que al hacerlo protegemos a la población más vulnerable, incluyendo a nuestros niños que muchas veces están en riesgo por la acción de los criminales. El fenómeno es demasiado amplio, la cadena es larga, y se tiene que atacar de manera estructural para conseguir resultados sostenibles. SEMANA: Barranquilla empieza a enfrentar dificultades de movilidad, ¿qué recomendaciones o buenas prácticas funcionaron en Medellín que valdría la pena replicar? F.G.: No hay nada más democrático que un buen sistema de transporte público. Justamente el éxito del sistema de transporte masivo de Medellín es que está integrado, pensado para la gente. Uno de los factores que en mayor medida contribuye al bienestar de la población es disminuir los tiempos y costos de los recorridos. Así hemos diseñado las rutas y la prestación del servicio en nuestra ciudad, pensando en la importancia de conectar las comunidades más aisladas de manera eficiente. Un buen transporte público cierra brechas sociales y económicas, y toda la experiencia de Medellín está disponible para Barranquilla o para cualquier otra ciudad del país que la encuentre útil. SEMANA: La capital antioqueña y La Arenosa tienen los primeros proyectos de APP de infraestructura educativa. ¿Recomendaría este modelo a otras capitales del país? F.G.: Creo que Colombia tiene una deuda con el uso de este modelo. El sector privado cuenta con toda la eficiencia y el sector público tiene toda la información; si se unen permitirán cumplir más rápido y mejor los sueños de nuestra gente. Somos pioneros en este tema porque apostamos por el trabajo en equipo, pero hay que tener muy presente que este modelo solo funciona si todos los actores involucrados materializan sus compromisos. También le puede interesar: Quibdó sueña con el Junior SEMANA: Hace un par de años dijo que envidiaba la posición de Barranquilla como casa de la Selección Colombia… F.G.: Me gusta mucho el fútbol y me emociona ver jugar a mi selección. Vengo de una ciudad que al igual que Barranquilla vive este deporte con mucha intensidad. Creo que este deporte nos enseña sobre la vida. Lo que pasa en el estadio es lo que pasa en la ciudad: hay que convivir con gente que tiene otros gustos, otras opiniones, y que comparte con nosotros espacios y pasiones. Cuando llegué a la Alcaldía, en los clásicos entre Medellín y Nacional estaba prohibida la entrada de las dos hinchadas por episodios violentos que propiciaban algunos aficionados. Sin embargo, tras un fuerte trabajo de pedagogía, hoy la realidad es otra. Esa transformación del fútbol en un espacio que nos enseña a celebrar la diferencia y a convivir en sociedad, es referente para el país y para el mundo. SEMANA: Si cambiara de rol con Álex Char por un día, ¿qué haría en Barranquilla? F.G.: Lo mismo que hago en Medellín: saldría a las calles, hablaría con la gente de Barranquilla que también es maravillosa y valoraría el gran trabajo que han hecho a lo largo de las últimas administraciones. Caminar por la ciudad, por la que sea, es lo que más me gusta y estoy convencido de que es la mejor forma de conocer a un territorio. SEMANA: ¿Cómo define a Barranquilla en una palabra? F.G.: ¡Transformación!