Diez municipios circundan Medellín. En este territorio la contaminación es generada por el sector industrial (20 por ciento) y por el alto número de vehículos motorizados (80 por ciento). Las condiciones del Valle de Aburrá permiten que los gases contaminantes se concentren más fácilmente en su geografía que en otras zonas del país.Esto depende de variables como el comportamiento del viento, la estabilidad de la atmósfera y la altura, y la dispersión de los contaminantes. Cuando estos no se dispersan, quedan atrapados en el valle más tiempo del esperado y ahí suceden las contingencias ambientales.Pero no todos los municipios del Área Metropolitana viven estos procesos de igual forma. Los que suelen reportar mayores niveles de contaminación son La Estrella, Caldas y Medellín. Del lado opuesto encontramos a Bello.No hay evidencias que permitan afirmar que en esta ciudad haya menor generación de contaminantes del aire, pero sí hay un factor que favorece su dispersión: el viento. Según el Protocolo del Plan Operacional para Enfrentar Episodios Críticos de Contaminación Atmosférica en el Valle de Aburrá de 2015, al norte de la región, donde se encuentra Bello, los vientos son más fuertes y tienen mayor capacidad de arrastre de los contaminantes. Los desplazan hacia el centro y el sur del valle. Por eso los bellanitas cuentan con un aire más limpio en diferentes periodos del año.Aunque el Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha realizado una gran labor articulando y armonizando las políticas de los municipios en torno a la calidad del aire, es necesario que a nivel local haya una mayor apuesta por el desarrollo de iniciativas propias que permitan reducir a largo plazo las emisiones contaminantes. Así se propician cambios culturales, económicos y en el ordenamiento del territorio.*Líder del grupo de Ciudadanos por el Aire del Valle de Aburrá.