Los habitantes y visitantes de los barrios La Candelaria, San Francisco, Daniel Lemaitre y El Líbano vieron de repente cómo una procesión se tomó las calles. No era una ceremonia religiosa, era un grupo de trabajo para visitar los bares y establecimientos nocturnos. Son las Caravanas de Seguridad que desde hace nueve meses se hacen por toda la ciudad. Las caravanas son intervenciones institucionales que hace un grupo multidisciplinario: “Participan la Policía Nacional, Migración Colombia, Bomberos, la Oficina de Atención de Riesgos, el Establecimiento Público Ambiental, el Instituto Distrital de Recreación y Deporte, y la Armada Nacional. Nosotros lideramos el proyecto”, explica José Carlos Puello Rubio, secretario del Interior y Convivencia Ciudadana del Distrito. Se acercan a establecimientos nocturnos para revisar si todo está en orden, si los papeles están en regla y si hay menores de edad. “Si algo de esto se incumple el comandante de Policía del área sella el sitio”, afirma Puello. Desde que se implementó el proyecto se han realizado más de 40 caravanas. Lea también: El Pozón tendrá una estación de Policía Los espacios se definen gracias a una iniciativa hermana: los Consejos Comunitarios de Seguridad. En ellos se dialoga con la población y se adquieren compromisos para fortalecer la sensación de seguridad mediante el mejoramiento del alumbrado público o el aumento del pie de fuerza. Desde que la actual administración asumió, advirtió que había un déficit de uniformados. El alcalde Pedrito Pereira logró gestionar 140 nuevos uniformados para la ciudad y mejorar la seguridad en lugares como Barú, que pasó de tener tres agentes, a tener 15. Este aumento en el pie de fuerza, sumado a las estrategias de seguridad, han reducido los hurtos 5 por ciento y el homicidio 15 por ciento. Si bien las cifras son motivo de orgullo, el alcalde Pedrito Pereira sabe que su enfoque no puede reducirse a aumentos y mejoras físicas. Por eso, a través de la Secretaría del Interior y Convivencia Ciudadana del Distrito, busca generar un cambio en los cartageneros, fomentando la tolerancia.