Apesar de tener una invaluable riqueza natural, étnica y cultural, y con un gran potencial agrícola, industrial y manufacturero; el desarrollo equilibrado de las regiones en Colombia se ha visto rezagado por sus precarias infraestructuras de transporte. De hecho, en muchos territorios se utilizan los ríos, el mar y caminos de tierra como única vía para el traslado de personas y mercancías, en parte por el gran déficit de carreteras y la carencia de sistemas de transporte ferroviarios y fluviales que soporten realmente la distribución de la población y de las actividades económicas. Esta problemática no se ha enfrentado sistemáticamente, y si no mejora la infraestructura del país las regiones no podrán proyectar su potencial, aportar y participar en el crecimiento nacional y la reactivación económica después de la pandemia, donde el sector de la construcción también jugará un papel importante. Las depresiones económicas causadas por las guerras del siglo XX y las crisis económicas demostraron que la obra civil y la construcción dinamizaron la economía, pues jalonaron alrededor de 30 subsectores como el de la mano de obra, la maquinaria, los materiales y acabados, electrodomésticos, mobiliario, entre otros. No obstante, este tiempo de disminución de las actividades por la emergencia sanitaria del covid-19 es una oportunidad para innovar en estrategias que permitan superar la crisis económica, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Nueva agenda Urbana y los retos para el cambio climático. Sobre todo si la actividad constructora, tanto de iniciativa pública como privada, se perfila como clave para la recuperación. También es una oportunidad para dotar las regiones y ciudades de infraestructura para el transporte que permita fomentar y rescatar numerosas industrias como la agrícola y manufacturera, que han desaparecido como consecuencia de la globalización. Si ya sabemos que esta no será la única pandemia, ¿por qué no promover la elaboración de productos locales que permitan generar empleos y capitalizar nuestra mano de obra en las regiones? Es tiempo de rescatar lo propio en perspectiva local y global, pero para lograrlo necesitamos una visión de país. *Directora de la maestría de Planeación Urbana de la Pontificia Universidad Javeriana. Lea también: Que se acaben los ‘dinosaurios’ en el sector minero energético