En la fábrica de Fareva en Villa Rica, al norte del Cauca, la vida no se detiene. Sus 550 empleados cuentan con tapabocas, geles desinfectantes y todas las medidas de protección para aliviar la creciente demanda de medicamentos y productos farmacéuticos. Ningún empleado ha sido despedido en medio de la crisis que ha paralizado al país y al mundo. Es más, el gerente general de la multinacional francesa en Colombia, Regis Roussel, asegura que contratarán más personas de la región. Cuando Fareva llegó a Colombia y compró la fábrica, en mayo de 2019, tomó la decisión de mantener la plantilla que encontró de la empresa anterior. Así este equipo se sumó a los 12.000 empleados, de 12 países, que trabajan en 41 plantas alrededor del mundo. Sus productos –que en Colombia incluyen medicamentos y en otras partes del mundo, cosméticos y artículos de limpieza para el hogar– están destinados al consumo nacional y a la exportación a otros países de América Latina. Fareva se ha aliado con Asocaña y Coca-Cola, para producir 31.000 botellas de 200 mililitros de alcohol desinfectante, con el fin de donarlas a la Policía y a los hospitales de la región. La empresa busca apoyar al sistema de salud de las poblaciones de Villa Rica, Santander de Quilichao y Puerto Tejada, donde la atención sanitaria es más vulnerable. “Estamos orgullosos de apoyar al país en estos tiempos, siempre extremando las medidas de cuidado de los trabajadores”, afirma Roussel. Estas acciones respaldan sus palabras. Lea también: Empresas unidas por la emergencia apoyarán a 50.000 personas necesitadas en Colombia