En el municipio de Segovia, en el nordeste antioqueño, los mineros tradicionales se rehúsan a dejar el mercurio. Este territorio tiene una arraigada tradición minera que se ha extendido por más de 500 años y ha sido heredada por cada nueva generación. Este año, sin embargo, esa realidad tendrá un positivo cambio; de manera paulatina la población se convertirá en un ejemplo de minería limpia.¿Cómo lograr esa transformación? Con la implementación del primer Centro Industrial Minero de la región (una suerte de clúster de la actividad extractiva), liderado por la Secretaría de Minas de la Gobernación de Antioquia. En este lugar habrá plantas de beneficio comunitario y un espacio para el procesamiento del mineral, en él harán presencia la Dian, la Agencia Nacional de Minería y diversos comercializadores internacionales. La idea es que este sea un espacio donde confluyan todos los sectores mineros.El proyecto contará con inversión privada, pero su dirección será pública. Así se garantizará la transparencia que tanto reclaman los pequeños mineros. La Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Segovia calculan que el centro industrial beneficiará a unas 600 unidades mineras auríferas que darán el paso hacia la formalización. Esta iniciativa se suma a la inversión que hace el gobierno regional (alrededor de 3.000 millones de pesos anuales) para promover una minería limpia.Se espera que este año se inaugure el centro industrial en este municipio, que será un referente nacional por su tecnología de punta y porque garantizará una extracción totalmente libre de mercurio. El primer beneficiario de este proyecto será un grupo de chatarreras de Segovia y de Remedios. La formalización de los pequeños productores es la prioridad en Antioquia.