A lo ancho del planeta, cada vez más mujeres se asocian para recuperar algo del espacio que la historia les ha quitado en diversos ámbitos. Las que habitan Cúcuta no son la excepción, y por eso han establecido diferentes asociaciones que apuntan a un objetivo común: consolidar el bienestar, el empoderamiento y el emprendimiento como condiciones de vida básica. Es el caso de Carmen Cordero, una de las líderes de la Asociación Nuevo Jardín del Edén, un barrio de Cúcuta en el que la mayoría de mujeres son madres cabeza de hogar. “Nuestra asociación va bien –dice– desde ya estamos planeando varios eventos para el Día de la Madre del próximo año, para lo cual he recibido capacitaciones en bisutería y peluquería”. Se refiere a uno de los cuatro pilares del programa ‘Mujeres Progresando con Equidad’, de la Alcaldía de la ciudad, el cual en uno de sus apartes busca “facilitar el empoderamiento de la mujer en los distintos niveles del poder local y empresarial”. Carmen Cordero y sus otras 30 asociadas de Nuevo Jardín del Edén hacen parte de las 8.284 mujeres capacitadas a través de esta iniciativa de la Secretaría de la Mujer en técnicas laborales, áreas productivas, cursos complementarios y talleres de emprendimiento, en convenio con el Sena y otras entidades de formación. Computación, marroquinería, calzado, panadería, decoración de globos, belleza, bisutería y confección fueron algunos de los cursos con mayor acogida entre las integrantes de las diferentes comunas de la ciudad. Esas iniciativas aumentaron el número de asociadas en los barrios, las cuales pasaron de 296, en 2016, a 950 en 2019. Entre otros espacios, las lideresas fueron anfitrionas de los cursos en sus casas para facilitar la entrada de más mujeres de bajos recursos. Otra de las estrategias esenciales del programa es disminuir la tasa de homicidios de mujeres. Para esa tarea realizaron 40 jornadas de atención a víctimas de la violencia que llegaron a más de 70.000 personas. La gran mayoría de ellas participó en visitas institucionales, talleres y campañas de sensibilización que tuvieron lugar en las diferentes comunas de la ciudad. En Cúcuta, la tasa de homicidios de mujeres por cada 100.000 habitantes pasó de 21 asesinadas, en 2015, a 19 en 2018. Otra iniciativa implementada en la ciudad son las jornadas continuas de caracterización para prevenir el embarazo en adolescentes entre 14 y 22 años. Jóvenes estudiantes y personeros de colegios llegan para capacitarse en derechos sexuales y métodos de planificación. Una de las estrategias apuntó a la zona rural para reducir el uso de leña en la preparación de alimentos. Por eso, a través del programa de Estufas Reguladoras de Humo, se entregaron 241 cocinas a madres cabeza de hogar de corregimientos como Buena Esperanza y Agua Clara. “Estas iniciativas demuestran que un desarrollo integral para las mujeres de Cúcuta es posible y ellas se lo han tomado en serio”, concluye Yovana Osuna, asesora de progamas de la Secretaría de la Mujer.