SEMANA: Usted recibió una ciudad que comenzaba a vivir los coletazos de la migración venezolana. ¿Cómo es que hoy se puede hablar de una Cúcuta pujante? CÉSAR ROJAS: Por la dificultad que se tuvo en la frontera buscamos oportunidades para ser competitivos a nivel nacional. Algunos empresarios miraban solo hacia Venezuela y con la crisis llegó una oportunidad: ver hacia el interior. Venimos creciendo en la industria del calzado y de la confección. Muchos empresarios que estaban en poblaciones fronterizas venezolanas como Ureña cruzaron a Cúcuta con el conocimiento y fuerza productiva para menguar la crisis. De igual manera, mantenemos la arcilla (una de las mejores del país) y el carbón, así como otros productos que apalancan nuestra economía. SEMANA: ¿Va Cúcuta en camino de ser un polo de desarrollo? C.R.: Hemos estado aislados del centro del país, por eso para nosotros es importante la inversión del Gobierno en el mejoramiento de las vías por la conexión vital con ese centro que a veces vemos lejano. Ese fortalecimiento no solo es clave para acercarnos a Pamplona o Bucaramanga hacia el sur, sino también hacia el norte, en la vía Cúcuta-Zulia-Ocaña, que conecta con la troncal del Magdalena en la Ruta del Sol. Del mismo modo, estamos construyendo el Acueducto Metropolitano, una inversión integral entre la Nación, la Gobernación de Norte de Santander y nuestra administración para asegurar el servicio de agua durante 50 años para toda la ciudad y, de manera inmediata, para lugares como Los Patios y Villa del Rosario. SEMANA: En el área rural, el Ejército garantiza la seguridad ante la presencia de grupos como los Rastrojos. ¿Cuál ha sido su tarea desde el área municipal? C.R.: Con la dificultad que tenemos en la frontera hemos sido testigos de nuevos actores delincuenciales que llegaron desde Venezuela como los Bota de caucho y El tren de Aragua. Con el apoyo de la Fiscalía y la Policía hemos atacado estas organizaciones que llegaron a competir con otros delincuentes como los Pelusos, el ELN en la zona rural y el Clan del Golfo. Nuestra administración invirtió cerca de 30.000 millones de pesos en tres estaciones de Policía, que incluyeron entrega de vehículos, motos y más de 300 cámaras de última generación. SEMANA: ¿Cuáles han sido los esfuerzos en materia de asistencia social en la ciudad? C.R.: Creamos, en la comuna 7, el Centro para la Atención del Adulto Mayor, único en la ciudad. Abrimos oportunidades para 550 personas con el programa ‘Mi Negocio Ya’, el cual consiste en asistencia empresarial por valor de 2,5 millones de pesos para apalancar pequeños negocios. También, este año, en un convenio con la Universidad Francisco de Paula Santander entregamos 2.500 kits por 2,5 millones de pesos para las cabezas de pymes cucuteñas. Así evitamos el popular ‘gota a gota’ o los préstamos informales en las calles. Y generamos, junto con la Universidad de Pamplona, ‘Mi primer empleo’, una oportunidad laboral a través de la cual 60 jóvenes adquirieron la experiencia que les faltaba en distintas empresas de la ciudad. SEMANA: Pocos saben que Cúcuta en lenguaje barí (su lengua indígena) significa ‘casa de duendes’, y este año, la cuarta edición de la Feria de Cúcuta fue un éxito. ¿Cómo lograron consolidar esa tradición? C.R.: Quisimos darle relevancia a una feria que fuera integral e incluyente, por lo que tuvimos en cuenta nuestros ejes ancestrales. La idea es que la ciudad tenga un carnaval propio, al nivel de los de Barranquilla o Pasto. La feria ha tenido en estos cuatro años circuitos culturales en todos los sectores, incluido el Festival de Colonias, que ahora está a cargo de la Gobernación, pero del cual fui el creador en 2014. Así buscamos rescatar la identidad de los 39 municipios por medio de la música, la comida y los bailes. SEMANA: Gracias a ese despliegue turístico se han fortalecido sectores como el del entretenimiento. ¿Cuál es el valor agregado de Cúcuta hoy para el turista? C.R.: Hoy contamos con Expodetodo, una serie de ferias empresariales que ofrecen una muestra de productos poco conocidos. También aparece en el horizonte una iniciativa interesante como Cúcuta Moda, un apoyo a los empresarios de la confección. En materia turística dejamos el proyecto del Cerro Tasajero, con una inversión de 80.000 millones de pesos en adecuaciones para acercar a la gente al llamado ‘Faro Catatumbo’, desde donde se ven fenómenos naturales e incluso el Lago Maracaibo cuando está despejado. Nuestros pueblos cercanos nos hacen atractivos: Pamplona, Chinácota y Ocaña, con el Parque de los Estoraques, ayudan a mantener vivo nuestro turismo. SEMANA: Hablemos de los grandes proyectos de infraestructura que deja... C.R.: El posicionamiento de Cúcuta en su movilidad vial. Por ejemplo, la renovación de la Terminal de Transportes es una solución a 50 años para la ciudad. Tenemos también obras de relevancia vial en las comunas 3 y 4, lo mismo que otras pensadas para embellecer las avenidas de la ciudad, las cuales son amplias pero tenían mucha desorganización. Algo parecido sucedía con Cristo Rey, un ícono del turismo religioso-cultural que estaba olvidado. SEMANA: ¿La apuesta en educación fue significativa? C.R.: Fueron cerca de 60.000 millones de pesos invertidos durante la administración para infraestructura en educación. Colegios y mobiliarios nuevos, recuperación de aulas y restaurantes escolares estuvieron entre los logros. A su vez, entregamos computadores, tabletas e insumos para la línea tecnológica de los centros de educación. Durante los cuatro años de administración, los 110.000 niños que estudian en Cúcuta fueron asegurados y los docentes capacitados. SEMANA: ¿Qué relevancia le dio a la equidad de género durante su administración? C.R.: Trabajamos con las madres cabeza de familia y con las asociaciones de mujeres para mejoras en vivienda. Brindamos, con ayuda del Sena, capacitaciones en el Instituto Técnico de la ciudad. Llegaron oportunidades laborales y cerca de 1.500 mujeres fueron favorecidas con nuestras iniciativas para el fortalecimiento de sus emprendimientos. Lea también: Cúcuta, una ciudad de puertas abiertas para la inversión. SEMANA: El país ha visto cómo Cúcuta ha convertido en diamantes las piedras que ha recibido. Analistas coinciden en la reinvención económica de la región a partir de situaciones adversas. ¿Qué oportunidades vieron en medio de la crisis? C.R.: La tenacidad de los empresarios y los industriales de la ciudad fue esencial. Hay que decir que, aunque se habla mucho de ayudas económicas que llegan a Cúcuta, esos dineros están destinados a la población migrante, no al municipio. Por eso el emprendimiento es el que marca la diferencia. Dentro del Plan de Desarrollo están las exenciones tributarias en renta del ciento por ciento por cinco años y del 50 por ciento para los cinco años siguientes. También está la posibilidad de buscar beneficios para quienes inviertan en Cúcuta en industria y comercio y en impuestos prediales. SEMANA: Termina ahora su periodo como alcalde. ¿Cuál cree que es su legado? C.R.: Una de las dificultades más grandes siempre ha sido el desempleo y la informalidad. Por eso buscamos contrarrestar esos bajos índices históricos y las inversiones que hicimos tuvieron como objetivo posicionar mejor a la ciudad, darle una mayor relevancia para que el país la mire más allá de la situación fronteriza. Destaco la recuperación de las vías, la calidad de los parques y la recuperación del sentido de pertenencia de la gente por Cúcuta. SEMANA: Complete la frase. Deja una ciudad más… C.R.: …incluyente, con espacios renovados en infraestructura deportiva y educativa. Y lo más importante: con un empresariado que tiene confianza en su ciudad.