Como una solución a la movilidad de la frontera entre Colombia y Ecuador, y el suroccidente del país, se planteó el proyecto vial Rumichaca - Pasto, ejecutado por la Concesionaria Vial Unión del Sur. Son 83 kilómetros de corredor con operación y mantenimiento, que aumentarán la competitividad del país y la conectividad de la región. De ellos se rehabilitarán 15,7 kilómetros entre Rumichaca y el corregimiento de San Juan en Ipiales y se construirán 62,1 kilómetros de doble calzada desde este corregimiento hasta el de Catambuco, al tiempo que se mejorarán 5,2 kilómetros del tramo Catambuco - Pasto. Las obras de infraestructura que lo componen son de alta complejidad: se removerán en total 26,4 millones de metros cúbicos de excavación, para darle paso a la doble calzada. Esto representa la mayor cantidad de tierra de los proyectos 4G que se desarrollan actualmente en Colombia. Lea también: ¿En qué van las vías 4G? En total se construirán siete puentes vehiculares y 12 retornos. Uno de ellos es el viaducto sobre el río Guaitara, curvo y con dos carriles por sentido, que tiene 310 metros de largo, se eleva 90 metros sobre el río y se construye con las más altas especificaciones técnicas. En agosto de 2019 se concluyó la unión de la calzada derecha (sentido Rumichaca - Pasto) y se estima que transiten, en promedio, 6.200 vehículos diarios. “En el mes de julio logramos el cierre financiero para el proyecto. Un total de 1,8 billones de pesos fueron aprobados para garantizar su ejecución. Este cierre financiero significa un hito muy importante pues la solidez del proyecto Rumichaca - Pasto se ve reflejada en el voto de confianza de la banca internacional”, afirma Germán de la Torre Lozano, gerente de la Concesionaria Vial Unión del Sur. Adicionalmente, el proyecto ha sido desarrollado de la mano con las comunidades, ya que al 30 de septiembre de 2019 se han vinculado 3.617 personas, de las cuales más del 78 por ciento son nariñenses, lo que constituye a la megaobra como el mayor generador de empleo del departamento. Así mismo, trabajan en común acuerdo con seis comunidades indígenas, tres de la etnia de los pastos y tres de la etnia quillasinga, que hacen presencia en el 96 por ciento de los proyectos.