La industria aeronáutica colombiana vive su época dorada. De acuerdo con la publicación World Air Traffic Forecast 2018, del Airports Council International, el país ocupa el puesto octavo dentro de los diez mercados del mundo con mayor crecimiento en el tráfico de pasajeros, con una tasa promedio proyectada del 5,4 por ciento anual. En este exclusivo club de naciones turísticas, Colombia comparte puesto con Indonesia, Filipinas y México, y solo se encuentra superado por Vietnam, India, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y China. De hecho, ya rebasó el desempeño de naciones como Malasia. Tal vez usted no lo sepa pero la movilización de pasajeros vía aérea en el país ha tenido un crecimiento dinámico y sostenido durante los últimos 13 años. Como lo indican las más recientes cifras que la Aeronáutica Civil le dio a conocer a SEMANA, en ese lapso la movilización de viajeros se triplicó, pasó de 12,1 millones en 2005, a 37,8 millones en 2018. Es decir, la tasa de crecimiento anual durante ese periodo fue de 9,16 por ciento. La Nación, sin duda, ha sabido promocionarse. Se ha consolidado como un destino turístico y de negocios de primera categoría. Los números son favorables. El 2018 fue el año con el mayor aumento en la movilización de pasajeros internacionales, 13,8 millones de ellos visitaron Colombia; si se compara con el tránsito de extranjeros de 2017, que fue de 12,3 millones, se notará una tasa de crecimiento del 12,2 por ciento. Y también hubo buenas noticias en el mercado interno, porque fueron 23,3 millones los colombianos que transitaron por las terminales locales en 2018; 2,9 por ciento más (alrededor de 687.000 pasajeros) en relación con 2017. El transporte de carga también ha tenido un crecimiento gradual y sostenido. El año pasado Colombia movió 2.297 millones de toneladas de carga y correo (97 millones en la operación doméstica y 2.200 millones en la internacional). Eso significó un aumento del 8,16 en relación con 2017. También puede leer: La industria aeronáutica de Colombia cada vez vuela más alto El informe sobre la Política Nacional Logística de julio de 2018, elaborado por el Departamento Nacional de Planeación, confirma ese aumento y evidencia que “el Aeropuerto Internacional El Dorado es el primero en movilización de carga de América Latina (2017), el volumen de exportaciones por modo aéreo aumentó 127 por ciento de 2010 a 2017, y entre 2010 y 2018 se suscribieron 29 acuerdos de servicios (ASA) y de cielos abiertos”. La misma ruta Este panorama no es resultado de la suerte, obedece a un largo trabajo, especialmente el que se ha realizado en el país en los últimos 12 años con este se desarrollaron políticas públicas que dinamizan e impulsan el crecimiento del sector. Como lo indican los estudios de la Aeronáutica Civil, estos pasos firmes de la industria han sido favorecidos por la liberalización gradual de la política aérea comercial, que ha permitido alianzas regionales entre las aerolíneas que compiten en el mercado local, así como la introducción de compañías aéreas de bajo costo que han ampliado la oferta de servicios a los usuarios. Hoy, este sector desempeña un importante papel en el crecimiento de la economía, según las cifras del Dane, en 2017 esta industria aportó el 2,2 por ciento del PIB nacional y generó alrededor de 600.000 empleos. Por eso en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 se trazó una ruta clara que facilita que las entidades que conforman la industria de la aviación comercial, como los Ministerios de Comercio, Industria y Turismo, y el de Transporte; y entidades como Procolombia, la Andi y otras asociaciones del sector privado, puedan caminar unidos hacia el mismo objetivo. Con ese documento, el país comienza a aplicar las políticas públicas con visión de largo plazo y soportadas en herramientas como el Plan Estratégico Aeronáutico 2030, en el que se apuesta, entre otros proyectos, por la aviónica (electrónica aplicada a la aviación). De acuerdo con dicho plan, se debe potenciar esta industria como un “importante proveedor de piezas, partes y componentes aeronáuticos certificados para la región y como punto focal en la producción de aeronaves livianas (ALS) y no tripuladas (UAS-RPAS), impulsando a su vez servicios de mantenimiento y reparación de aeronaves”. Se va por buen camino. Pero queda mucho por concretar.