El 20 de mayo de 1933 Turquía vio nacer a una de sus compañías insignia: Turkish Airlines, la aerolínea más importantes de ese país y un ejemplo de crecimiento empresarial. Su historia ha demostrado que apostar por la innovación genera grandes resultados. Inicialmente, la aerolínea contaba con cinco aviones que operaban rutas domésticas. Luego, en 1947, efectuó su primer vuelo internacional con destino a Atenas, en Grecia. Hoy, después de 86 años de fundada, la compañía tiene una flota de 335 aeronaves para transporte de pasajeros y de carga. Este crecimiento ha colocado a Turkish Airlines entre las aerolíneas más importantes del mundo. Y sus cifras de desarrollo se deben a que la compañía les ha apostado a los eventos más exitosos del sector. Por ejemplo, tienen el mayor pedido de aeronaves en la historia de la aviación civil turca y, por ende, son propietarios de una de las flotas más jóvenes del mundo. En 2023 la empresa espera tener 500 nuevos aviones. Esto se traduce en una mejora de la experiencia de viaje para sus clientes, a los que les ofrecen servicios de alta gama. Lea también: Lecciones de vuelo con Turkish Airlines Un nuevo hogar Turkish Airlines es la aerolínea que vuela a más países que cualquier otra en el mundo. Actualmente ofrece un portafolio de vuelos a 308 destinos en 124 países. Además, inauguró recientemente su operación en el nuevo e impresionante Aeropuerto de Estambul, una ciudad ubicada, estratégicamente, entre dos continentes: Europa y Asia. La terminal aérea está lista para recibir a los visitantes en un entorno completamente nuevo, que ofrece tecnologías de alta calidad y un viaje cómodo para sus huéspedes. Se espera que en los próximos años el aeropuerto alcance una capacidad anual de hasta 200 millones de pasajeros. En total, el complejo ocupará un área de 76,5 millones de metros cuadrados, con seis pistas, dos terminales y 233 posiciones de estacionamiento de aeronaves, más de 500 mostradores de facturación y contará con 225.000 empleados. Adicionalmente, después de que se complete la fase final, el aeropuerto tendrá oficinas, residencias, hoteles, instalaciones de arte y cultura, un centro comercial, un centro de convenciones Expo e instalaciones para reuniones y capacitación. La transición de Turkish Airlines a su nuevo ‘hogar’ comenzó el 5 de abril de 2019 a las tres de la mañana, y finalizó el 6 de abril a las ocho de la noche. Inicialmente se planificó una mudanza en 45 horas, pero tomó 12 horas menos de lo estimado. Este gran movimiento implicó para la aerolínea decirle adiós al Aeropuerto Atatürk, que fue la base de Turkish Airlines a lo largo de sus 86 años de historia. Sin embargo, llegar al nuevo aeropuerto permitirá tener un crecimiento significativo en el transporte, tanto de pasajeros como de carga. Mirada al futuro El rápido crecimiento de Turkish Airlines y su expansión durante los últimos diez años ha alcanzado niveles positivos. Los resultados hablan por sí solos: En 2008 la aerolínea transportaba 22,5 millones de pasajeros y en 2018 cerró el año con 75,2 millones. En cuanto a los índices de ocupación, en 2018 alcanzó el 81,6 por ciento, aumentando 3 por ciento comparado con el año anterior. Para 2019 los planes de expansión continúan globalmente. En el caso de América Latina se abrirá próximamente la ruta circular desde Estambul hacia Ciudad de México, con parada en Cancún, y directo, de nuevo, a Estambul. Para otras regiones se estrenó el vuelo a Marruecos; a Sharja, en Emiratos Árabes Unidos; y a Puerto Sudán, en Sudán. Muy pronto comenzará el vuelo a Bali, en Indonesia, uno de los destinos con más proyección de crecimiento en nuestro mercado. También se inaugurarán otros a Lúxor, en Egipto, entre otros. En Colombia, puntualmente, se agregará, desde el 10 de septiembre de 2019, una frecuencia adicional a la operación actual. De esta manera habrá cuatro frecuencias a la semana. Además, se hará un cambio de aeronave, al pasar de un A330-200 a un 787-900 Dreamliner. Sí, todo un sueño.