En la costa los vecinos son amigos y los amigos son familia. Se crece con las puertas de los apartamentos abiertas porque cualquier hora es buena para recibir visitas, con un puesto más en la mesa por si alguien quiere pasar a saludar a la hora del almuerzo, arrullado por el sonido del mar, con la sensación de la brisa en la cara, las manos y los pies sucios de arena de la playa, los equipos de sonido a todo volumen y los decibeles de las conversaciones más altos de lo normal.La libertad que te da crecer en tierra caliente te hace un ser humano tranquilo, sin tantas prevenciones. Te vuelve una persona franca, descomplicada, que expresa lo que piensa, que siente lo que dice. Aunque conservo orgullosa el hablado costeño en mi cotidianidad y me siguen moviendo las fibras de los acordes de una buena cumbia, extraño la tranquilidad que te da el sonido del mar, caminar sin afán, trabajar sin correr, pensar sin estrés.Me hacen falta mis papás, mi hermana, mis sobrinos y amigos. La bulla, la gente que no te habla sino que te grita, que no te conversa sino que te canta, que no te echa una historia sino que dramatiza cada parte del cuento con gestos y con sonrisas.La sencillez, la bondad innata, transparencia y espontaneidad de quienes viven en estas tierras. Adoro Bogotá y soy una de sus hijas más agradecidas. Pero siempre añoré que mis hijos tuvieran la infancia que yo tuve. Por eso fue prioridad que crearan esa conexión con mi ciudad. Sueño con una Santa Marta en la que todos trabajemos juntos por lograr convertirla en la ciudad grande que merece ser. Es privilegiada, tiene el calor de la costa combinado con la brisa de la Sierra Nevada, una bahía de aguas profundas y muchas playas con mares cristalinos. Todos los elementos para convertirse en un destino turístico de talla mundial.De nuestros símbolos destaco a Carlos Vives, no solo porque internacionalizó el vallenato sino porque con su iniciativa ‘Tras la Perla de la América’ ha logrado sacar adelantes grandes proyectos en beneficio de la ciudad, ha hecho que entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) vuelquen sus ojos a Santa Marta y ha puesto a trabajar unidos a locales y extranjeros en beneficio de nuestra tierra.Y al inolvidable capitán de la Selección Colombia, el Pibe Valderrama, y Falcao, ejemplo de buen fútbol y de fortaleza, de superación de las adversidades. El hombre que les enseña a niños y jóvenes que lo admiran y quieren ser como él, que en la vida lo importante no es no caerse sino saber levantarse.*Presentadora de CM&.