El gremio de los porcicultores vive un gran momento, y para comprobarlo basta revisar las cifras de consumo. En 2010 el colombiano promedio comía 4,2 kilos de cerdo al año; en 2017 la cifra se duplicó a 9,3 kilos. Detrás de este crecimiento está el trabajo eficiente de un sector que comercializó 4,2 billones de pesos en carne, consolidó mercados, fomentó la asociatividad y le apostó a la proyección internacional.Para alcanzar nuevos mercados, refrescar su imagen y mostrarles al país y al mundo la nueva identidad de la industria de la carne de cerdo, la Asociación Colombiana de Porcicultores decidió transformarse. En 2016 cambió su nombre a Porkcolombia.Los resultados del sector son visibles: en ocho años esta proteína duplicó su presencia en los hogares colombianos. Con el eslogan: ‘Come más carne de cerdo, la de todos los días’, la asociación dio un mensaje claro. “Queremos transmitir que esta carne no solo es ideal para las celebraciones, también lo es para una dieta diaria y balanceada. Es versátil, práctica de preparar, de buen sabor y mucho más económica que otras carnes”, dice Carlos Maya, presidente de Porkcolombia.Más de 125.000 personas laboran a diario por fortalecer esta actividad que hoy consideran una empresa mancomunada. Esto se debe a que Porkcolombia facilita los procesos de asociatividad para que pequeños y medianos productores logren organizarse y ser más competitivos.El hecho de trabajar en cadena permite dar una sola voz a las necesidades de sus asociados y a sus decisiones: “Este es el gremio que mejor reúne los intereses de todo un sector”, sostiene Maya. De hecho, la Contraloría General de la República la catalogó como la mejor asociación en la administración de fondos parafiscales agropecuarios.Uno de los logros alcanzados en común fue la creación de la comercializadora internacional CI Porkco. Hoy, países como China, Corea y Japón, están interesados en los cortes que aquí no se aprovechan. La idea es que el gobierno nacional dé la posibilidad para que la carne de cerdo colombiana se consuma fuera de las fronteras y la porcicultura nacional siga en auge.