Los niños de San Vicente del Caguán (Caquetá) saben que su municipio fue uno de los epicentros de la guerra en Colombia y quieren cambiar esa historia. Dejar las balas en el pasado. Dentro de poco la población será reconocida como un espacio de paz y educación, con aulas bien dotadas e infraestructuras dignas para los estudiantes. En varias veredas de San Vicente los hijos de 383 familias campesinas se vieron beneficiadas con la entrega de títulos a ocho predios donde hay escuelas que requieren mejoras urgentes.“Los niños campesinos se merecen una educación igual o mejor a la que reciben los de las ciudades, y con los títulos que entregamos abrimos las puertas para que su enseñanza tenga cada día las mejores condiciones, y cuente con mayor inversión de las administraciones municipales. Pero, sin un título, no pueden hacerlo”, explicó Miguel Samper, director de la Agencia Nacional de Tierras.La ANT ha venido trabajando para que los municipios, las gobernaciones y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), se hagan propietarios legales de los terrenos baldíos que alberguen bienes de interés público como colegios, instalaciones deportivas, acueductos y centros comunitarios, entre otros.Si los predios donde se hallan estas instalaciones no se legalizan, pues esas escuelas y polideportivos no podrán recibir inversiones provenientes del Estado, ni tampoco de los organismos de cooperación internacional, que hoy tanto apuestan por el país, sobre todo en zonas de posconflicto. El proceso para lograrlo parte de las administraciones locales, no dura más de seis meses y en muchos casos se realiza de manera expedita cuando el predio no supera una hectárea. Lo importante es dedicarle tiempo a esta tarea.Este año, la Agencia Nacional de Tierras invertirá 500 millones de pesos para adjudicarles terrenos baldíos a las alcaldías, con el fin de estimular el desarrollo de actividades de interés social. La meta es entregar títulos de al menos 800 predios.