En 2003, Ecopetrol tomó una decisión trascendental para la industria del país: ante la ausencia de grandes descubrimientos de petróleo liviano, incrementó la producción de crudos pesados y extrapesados en los campos Castilla y Chichimene, en el Meta, de los cuales se extraían solamente 20.000 barriles cada día. La decisión de la petrolera buscaba frenar la caída del mercado local. En ese entonces, la extracción y el procesamiento de ese tipo de hidrocarburos no llegaba al 10 por ciento. Con el paso de los años creció, y hoy alcanza 42 por ciento –diariamente se producen en el país 866.480 barriles–. Los crudos pesados tienen menos de 21 grados API (la medida internacional de densidad del petróleo) y representan un gran reto tecnológico y comercial debido a que son más complejos sus métodos de extracción, procesamiento, transporte y refinación. Esta complejidad, asegura el ingeniero de petróleos Juan Carlos Bilbao, origina costos operacionales más elevados y precios de venta en los mercados internacionales por debajo del Brent, que es la referencia para Colombia. Sin embargo, dice el especialista, explotar los crudos pesados es el camino indicado ante el declive natural de la producción en los campos de petróleo liviano, los escasos hallazgos de yacimientos convencionales y la gran demanda mundial del hidrocarburo. Andrés Mantilla, director del Instituto Colombiano del Petróleo (ICP), advierte que “la decisión de Ecopetrol de acentuar la operación en crudos pesados hizo que la compañía se fijara el reto de ser muy competitiva en su procesamiento y, con el uso de tecnologías diferenciadoras, pudiera producir grandes volúmenes a menores costos que sus competidores”. Le puede interesar: Maxo, una empresa experta entransporte sobredimensionado Para alcanzar esa meta, la estatal petrolera cuenta con incorporaciones tecnológicas provenientes de compañías externas, y ha invertido en innovaciones propias desarrolladas en el ICP, de las cuales diez ya están en uso, cuatro en demostración y otras cuatro en desarrollo. Las tecnologías más exitosas de Ecopetrol en el área de producción de crudos pesados, explica Mantilla, son EcoDiDesh (deshidratación eficiente), EcoDilFo (mejora la extracción) y los tanques de diseño especial EcoAleshia (reducen el costo de procesamiento). “Para el transporte de estos crudos que son densos y viscosos, y de fluidez baja, se requirieron innovaciones importantes. Con el fin de llevar la mayor producción de estos hasta las refinerías o los puertos de exportación, se implementó un complejo esquema de dilución con nafta y la adición de esta a los crudos pesados para fabricar el principal producto que exporta el país: ‘Castilla Blend’, una mezcla que la empresa posicionó exitosamente en el mercado internacional”, puntualiza Mantilla. En la era de los crudos pesados, las refinerías tuvieron que adaptarse para aumentar la capacidad de procesamiento. Esto llevó a mejorar y optimizar los procesos y la reformulación de productos, al mantener las capacidades de carga, asegurar el suministro de combustibles al país y cumplir con las nuevas exigencias de calidad y las necesidades ambientales de las grandes ciudades. Por ejemplo, la Refinería de Barrancabermeja implementó desde 2015 dos tecnologías de alto impacto: la reformulación inteligente de mezclas de exportación y la utilización de diluyentes no convencionales, con beneficios por más de 90 millones de dólares. “Igualmente, se incorporó otra tecnología que permitió incrementar la producción de diésel, con beneficios de más de 22 millones de dólares por año”, dice Mantilla. La reciente entrada en operación de la refinería de Cartagena no solo amplió la capacidad de procesamiento de crudo del país, sino que incluyó tecnologías comerciales para obtener un mayor margen en la transformación de crudos pesados en combustibles. Hoy, el camino de la industria apunta hacia los crudos pesados, insiste Bilbao. Según un documento de la multinacional Schlumberger, el 70 por ciento de las reservas mundiales de petróleo corresponde a este tipo, lo que en Colombia se reafirma con los hallazgos de Ecopetrol: en el primer trimestre del año la petrolera anunció que encontró crudo pesado en el pozo Lorito I, en Guamal (Meta). “Esto nos confirma el potencial de hidrocarburos de este tipo que existe en los Llanos Orientales, en donde producimos cerca de la mitad del petróleo del país”, manifestó entonces Felipe Bayón, presidente de la compañía.