Las grandes reservas de hidrocarburos convencionales de Colombia no están bajo tierra. Por lo menos no del suelo continental. El gas y el petróleo que potenciarían la producción nacional se encuentran en las profundidades del fondo marino. Para extraerlos, se requiere de un procedimiento más complejo, costoso y riesgoso que el habitual. Una apuesta que Colombia hizo desde 1969 y que está dando resultados. El nombre técnico de este proceso es ‘exploraciones offshore’. Como lo explica el ingeniero de petróleos Juan Carlos Bilbao, se trata de buscar reservas de crudo y gas que se formaron hace millones de años por la descomposición de restos de plantas y animales. Para sacarlas se realizan perforaciones por las que bajan unas tuberías hasta las formaciones geológicas en donde están los hidrocarburos. Según los cálculos de Ecopetrol, por medio del offshore (exploración costa afuera) se encontrarían las grandes reservas de hidrocarburos convencionales que aún quedan por descubrir en Colombia. En el mundo, esta práctica tiene más de 40 años. En nuestro país se ha intensificado en los últimos 15 y de acuerdo con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) ya se han perforado más de 80 pozos entre exploratorios, de avanzada y de desarrollo. En 1973 se descubrieron los primeros, Chuchupa y Ballena. En 2004 se firmó el bloque Tayrona y en 2006 el de Fuerte Norte y Fuerte Sur. Pero a partir de 2007 la exploración se ha pactado por medio de las ‘rondas’, mediante la adjudicación de contratos TEA (evaluación) y E&P (Exploración y Producción). Hoy día, Chuchupa es el único campo productor de este tipo en el país. Genera 201,2 millones de pies cúbicos día (MPCD). John Londoño, gerente Offshore (e) de Ecopetrol, explica que la compañía empezó la búsqueda de petróleo y gas en las profundidades marinas en 2004, cuando se firmó el bloque Tayrona en el Caribe colombiano. “Desde entonces hemos participado en los más importantes proyectos exploratorios en esa cuenca, inicialmente como socios de otras empresas y ahora también como operadores”. Lea también: Más exploración necesita el sector petrolero Según Londoño, el Caribe colombiano podría llegar a convertirse en una provincia de hidrocarburos de clase mundial, como ha sucedido en Presal, en Brasil; Liza-Rangel, en Guyana; Perdido Fold-Belt, en el Golfo de México, y Zohr, en Egipto. En estas zonas, a más de 1.000 metros de profundidad bajo el mar, se han hecho los grandes descubrimientos de crudo convencional en los últimos años. Estas prometedoras perspectivas han impulsado a Ecopetrol a adelantar en los dos últimos años una agresiva estrategia exploratoria en busca de mayores reservas, que ya comienza a dar resultados con la cristalización de varios hallazgos costa afuera. En conjunto, estos ya conforman una nueva provincia gasífera localizada al sur del mar Caribe colombiano. “Los descubrimientos hasta el momento han sido de gas, pero evaluaciones recientes nos indican la posibilidad de encontrar hidrocarburos líquidos en esta cuenca, que es considerada como de frontera, es decir, que aún está inexplorada”, explica Londoño. Los estudios de la ANH señalan que en ella se incluirían las cuencas Sinú Offshore, Guajira Offshore y la Colombia. Su potencial de recursos remanentes (gas e hidrocarburos líquidos) es cercano a los 12.000 millones de barriles de petróleo equivalentes. Ecopetrol, advierte Londoño, tiene interés en más de diez bloques de exploración offshore y en los últimos cuatro años ha participado en los descubrimientos de Orca, Cronos y Gorgón. Estos dos últimos, junto con el hallazgo Purple Angel, fueron perforados en asocio con una destacada compañía de la industria costa afuera, la estadounidense Anadarko. Al igual que Ecopetrol, otras compañías con presencia en Colombia se han animado a llevar a cabo exploraciones offshore. Entre ellas sobresalen ONGC Videsh Limited, Chevron Petroleum Company (contrato de asociación con Ecopetrol en los campos Chuchupa y Ballena), Repsol Exploración Colombia y Petrobras International Braspetro B.V. Sucursal Colombia.