La cuenca Caguán Putumayo se ha convertido en una de las más atractivas del país por su potencial de reservas petroleras que, de acuerdo con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), rondarían los 3.000 millones de barriles. Desde 2004 hasta el mes de octubre de 2018, el Estado ha firmado 67 contratos con 19 compañías que buscan explotar el recurso en la zona. Pero entre las estimaciones y la realidad encontrada en el terreno hay diferencias. Luego de hacer exploración en 52 pozos, se ha encontrado petróleo en 17, lo que quiere decir que la tasa de éxito es de 33 por ciento. Así las cosas, de los contratos que firmó la ANH, el 31 por ciento está en ejecución. El resto se encuentran suspendidos, liquidados o en proceso de liquidación. Ecopetrol es una de las empresas que históricamente ha tenido presencia en esta cuenca, y maneja unas estimaciones menos ambiciosas que las del gobierno. Sus estudios indican que las reservas serían cercanas a los 500 millones de barriles de petróleo. Esta empresa tiene suscritos tres contratos en la zona y su producción en el Putumayo asciende a 7.268 barriles por día. Entre 2018 y 2019 perforará seis pozos de estudio en los municipios de La Hormiga, San Miguel y Orito. Por otra parte, la empresa canadiense Gran Tierra Energy también hace exploración petrolera en el sur del país. Tras varias adquisiciones en 2016 y 2017, se convirtió en una importante administradora de tierras en esta cuenca con 1,1 millones de hectáreas, de las 3,1 millones que la componen. Su producción diaria asciende a 35.000 barriles diarios de petróleo en toda Colombia. Para el cierre de este año la compañía planea perforar cuatro nuevos pozos de exploración en la cuenca. Zona más segura Una de las objeciones para explorar en la región es la inseguridad. Sin embargo, la firma del proceso de paz en 2016 empieza a dar sus frutos. A diferencia del periodo comprendido entre 2013 y 2015 en el que se registraron 229 atentados a oleoductos, infraestructura y líneas de flujo a cargo de Ecopetrol, desde julio de 2015 hasta la fecha no se han presentado acciones terroristas de ese tipo contra la estatal petrolera, lo que evidencia un cambio positivo y prometedor. No obstante, las noticias no son tan buenas para Gran Tierra, que recientemente sufrió un atentado contra su infraestructura en uno de los pozos de Villagarzón, en Putumayo. A pesar de lo sucedido, la empresa cree que el acuerdo de paz con las Farc fue muy positivo, y que la tranquilidad del departamento será duradera si se generan oportunidades económicas y de emprendimiento. A eso se ha dedicado la multinacional canadiense por medio del apoyo a iniciativas productivas agroindustriales que generan empleo más allá de la industria petrolera. De acuerdo con la ANH, las regalías generadas por la explotación de hidrocarburos en los departamentos productores de la cuenca Caguán Putumayo, desde 2017 hasta el 31 de junio de 2018, ascienden a 124.411 millones de pesos. De estos, solo 167.000 pesos corresponden a la producción del Caquetá, lo que evidencia que Putumayo es el que más produce en la cuenca. Según información de Ecopetrol, esta es una región parcialmente explorada que aún tiene mucho potencial, para lo cual se requiere adquirir información, como sísmica 3D y perforación de pozos. Para el presidente ejecutivo de Campetrol, Germán Espinoza, durante los últimos 15 años se ha descubierto el potencial de caliza en Putumayo, lo que aumenta su atractivo. Así lo confirma un vocero de la compañía Gran Tierra que afirma que “los yacimientos convencionales de crudo como la Caliza A y otros carbonatos, son un impulso clave para los recursos potenciales en este departamento. La zona tiene, básicamente, la misma geología que el Ecuador, en donde se han producido casi 6.000 millones de barriles de petróleo”. Las perspectivas son buenas. El interés por la exploración en el sur del país sigue en ascenso. Con la reactivación del sector la cuenca Caguán Putumayo mantendrá su protagonismo en materia de producción petrolera.