El ‘cofre’ que guarda este tesoro no está hecho de madera sino de rocas, y en su interior no hay monedas de oro ni joyas, sino un gigantesco depósito de hidrocarburos que albergaría entre 2.400 y 7.000 millones de barriles de crudo y unos 18.000 giga pies cúbicos de gas, de acuerdo con los estudios preliminares de Ecopetrol. En resumidas cuentas, mediante la explotación de los Yacimientos No Convencionales (YNC), las reservas actuales del país se podrían cuadruplicar e incluso quintuplicar. Este potencial, que sin duda cualquier empresa petrolera del mundo quisiera tener, se encuentra confinado a más de 2.000 metros de profundidad en una formación denominada La Luna y, dicen los expertos, podría ser uno de los mayores reservorios de YNC del continente americano, junto a los de Estados Unidos y a la formación Vaca Muerta, en Argentina. En estos yacimientos el crudo o el gas se encuentra ‘atrapado’ en la roca generadora por lo que se hace necesario emplear la técnica del fracturamiento hidráulico, más conocida como fracking, para romper la roca y facilitar la extracción de los hidrocarburos. El presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, es enfático en señalar que su extracción se hará bien, en armonía con el medioambiente y sin sacrificar una gota de agua. “Somos conscientes de las preocupaciones de nuestros grupos de interés, por eso mismo estamos comprometidos para la realización de un piloto que permita despejar las dudas al respecto”, asegura. Con este piloto se podría conocer, en una prueba de aplicación práctica, cuáles son los efectos del fracturamiento hidráulico, y si hay lugar o no a las inquietudes que giran en torno a la explotación de los YNC en nuestro país. Le recomendamos leer: El fracking paso a paso Si logra su viabilidad técnica, ambiental y financiera, la exploración y producción de hidrocarburos no convencionales en el Valle Medio del Magdalena no solo le daría un gran respiro a Colombia en materia de reservas, sino que sería fuente de generación de empleos, mayor demanda de bienes y servicios y ayudaría a la reactivación de las economías regional y nacional. El ingeniero Héctor Manosalva, vicepresidente de Desarrollo y Producción de Ecopetrol, calcula que el desarrollo de los YNC podría generar un poco más de 124.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos debido a que por cada empleo en yacimientos convencionales se generan tres empleos en este otro frente. “Estos yacimientos tienen una alta concentración en el Valle Medio e Inferior del Magdalena, en las inmediaciones a la ciudad de Barrancabermeja, prácticamente debajo de la refinería. Esta ubicación es estratégica para el país, que se sumaría a la calidad misma del hidrocarburo. Así se garantizaría la producción por muchos años”, destacó el ingeniero Manosalva. El aporte de los yacimientos no convencionales llegaría directamente a las comunidades de las zonas de influencia de las operaciones, porque la economía regional tendría una mayor dinámica en el comercio, la industria y el transporte, solamente por señalar algunos sectores. En resumen, los YNC representan el futuro de la sostenibilidad energética y fiscal del país. Si bien su extracción es uno de los mayores retos en la historia de Ecopetrol, el compromiso con Colombia es garantizar su producción limpia y segura, priorizando el cuidado y la preservación de los recursos naturales y sin sacrificar ni una sola gota de agua.