Un crecimiento sostenido del seis por ciento en los últimos cinco años ha situado a Indonesia en el puesto 16 de las economías más grandes del mundo. El desarrollo agrícola, tecnológico y la industria creativa han logrado impulsar su potencial al punto que consultoras como McKinsey & Co pronostican que para 2030 será la séptima economía del planeta. De sus 250 millones de habitantes cerca del 60 por ciento es menor de 39 años y forma parte de una creciente clase media responsable de incentivar el consumo en el país. Uno de los grandes objetivos del gobierno, en cabeza del presidente Joko Widodo, es alcanzar la autosuficiencia alimentaria, hacia lo cual se está avanzando con éxito gracias a productos como el arroz. Sin embargo, no deja de ser un gran desafío por ser el cuarto país más poblado del mundo. Buscando lograr esta meta se han creado leyes que exigen que la mayoría de los productos tengan como mínimo un 40 por ciento de contenido local. Esto ha permitido que algunas ciudades empiecen a crecer a través del consumo interno de bienes y servicios. A pesar de la distancia que las separa, Colombia e Indonesia tienen una economía bastante similar. Ambos países son grandes productores de café, cacao, flores, textiles y aceite de palma (Indonesia es el primer productor de aceite de palma del mundo y Colombia ocupa el cuarto lugar), pero asimismo, son naciones que se complementan gracias a las oportunidades comerciales que se vislumbran de lado y lado. Desde nuestro país se está haciendo la gestión para tratar de exportar productos cárnicos, mientras que en Indonesia los esfuerzos se concentran en productos y servicios relacionados con el sector de la aviación como helicópteros y la restauración de aviones. Y en el caso de los productos que se dan en los dos países, se ha encontrado la forma de sacarles provecho. Por ejemplo, de Colombia se exportan las flores que no se dan en el archipiélago y de allá se traen los textiles y algunas técnicas ancestrales como la del batik, una especie de cera para crear patrones y diseños, que ha comenzado a masificarse. Una tendencia que el gobierno de Indonesia ha buscado frenar a través de la expedición de un certificado que garantiza que la pieza fue elaborada artesanalmente. Junto al batik sobresale otra técnica conocida como tenun ikat y considerada una de las más complejas del mundo. Consiste en usar la hoja de tarung mezclada con conchas pulverizadas para darle color a la tela.
Foto: iStockAsí como hace esfuerzos para preservar sus prácticas ancestrales, Indonesia también tiene gran interés en crecer y consolidarse como productor de dispositivos electrónicos, aplicaciones y desarrollo de nuevas tecnologías. Actualmente es considerada la cuarta población del mundo que más usa dispositivos móviles y la quinta en utilizar internet según el portal de estadísticas statista. Los avances en este sector resultan impresionantes. En 2010, por ejemplo, se creó la aplicación Gojek, un servicio de transporte en moto que ha mejorado la calidad de vida de la población. Hoy opera en más de 50 ciudades de Indonesia, especialmente en Jakarta, donde es común ver en las calles cientos de motociclistas con cascos verdes transportando a la gente de un lugar a otro. El posicionamiento de esta idea obligó a Uber a llegar a competir con el mismo servicio.Con todo esto no queda duda de que se trata de un país que se prepara para el futuro, una nación en desarrollo que hace parte del grupo de economías emergentes CIVETS al cual también pertenece Colombia.