¿Cómo va la reconstrucción de Mocoa? Ante la misma pregunta se pueden escuchar diversas respuestas. El director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) tiene la suya, distinta a la del alcalde del municipio y a su vez diferente a la que dan los mocoanos damnificados por la avalancha que arrasó con sus viviendas el 31 de marzo de 2017. Reconstruir la capital de Putumayo es más complejo de lo que se pensaba porque requiere llevar a cabo un conjunto de proyectos que involucra construir viviendas, un nuevo acueducto, puentes vehiculares y peatonales, colegios, y otra plaza de mercado. Cada uno de esos proyectos tiene su tiempo y su particularidad. En resumen, realizar todas estas obras tomará, como mínimo, tres años.Si bien la reconstrucción avanza lentamente, hay frentes que marchan con mayor rapidez. El primero de ellos (y el más urgente) es el de vivienda. La Nación se comprometió a entregar para abril las primeras 100 casas y 200 más para el mes de julio –este proyecto tiene un avance de 80 por ciento en la preparación del predio y 14 por ciento en su ejecución física–. Pero esta es solo la cuota inicial. En total se construirán 1.461 casas (1.209 urbanas y 252 rurales) con una inversión de 99.098 millones de pesos. Ya se compró el lote urbano, y si todo sale como está previsto, en septiembre de 2019 estarían en pie las 909 viviendas adicionales, y en marzo de 2020 se entregarían las casas rurales.El otro requerimiento urgente, que no se ha desarrollado con tanta celeridad, es el de los puentes vehiculares. De los cuatro que hay que reconstruir, dos están en preconstrucción y se entregarán este año, uno más está contemplado dentro de una vía concesionada, y el cuarto se encuentra en estudios, diseño y verificación de recursos. Estos proyectos están a cargo del Invías con una inversión de 9.700 millones de pesos.El paso lento de estas obras ha despertado la inquietud del alcalde de Mocoa, José Antonio Castro, quien ya le ha manifestado al gobierno nacional su preocupación por la demora, y observa el avance de los proyectos con moderado optimismo. Él, uno de los afectados por la avalancha, fue el primero en demoler los escombros de su casa para alertar a sus coterráneos sobre la necesidad de alejarse de la zona de riesgo. Castro, como damnificado y alcalde, escucha las voces de sus ciudadanos que piden más rapidez en la reconstrucción, pero, como funcionario también entiende los ritmos del Estado; y advierte que 126 familias regresaron a sus casas en riesgo, con el argumento de que no tienen dónde vivir.La obra de los puentes peatonales (con una inversión de 348 millones de pesos) avanza a mejor ritmo. Los cuatro necesarios ya fueron construidos y están en operación. También avanza la pavimentación de 2,8 kilómetros de vías (ya va en un 23 por ciento, 618 metros). La ejecución del contrato se inició en octubre de 2017 y terminará en marzo de 2019 con un rubro asignado de 5.000 millones de pesos.También está en construcción el colegio Sauces II, proyecto que hace parte de un paquete más grande de infraestructura educativa por 29.290 millones de pesos. Pero tal vez la mejor noticia para los mocoanos es la construcción de un nuevo acueducto que tiene una inversión de 28.074 millones, que aún está a la espera de que la comunidad indígena inga apruebe las obras en su territorio. Si no lo autorizan, el gobierno anunció que las hará por fuera de este perímetro. Por su parte, la nueva plaza de mercado ya tiene lote, en ella se invertirán 8.100 millones de pesos y será entregada en marzo de 2020.En total, el presupuesto estimado para la reconstrucción es de 568.495 millones de pesos, pero como lo advierte Carlos Iván Márquez, director de la UNGRD, reconstruir Mocoa costará 1,2 billones, y en esa tarea ayudará el Documento Conpes 3904, aprobado el 31 de octubre de 2017, el cual asegura la financiación de las obras en el siguiente gobierno.La reconstrucción de Mocoa avanza a paso lento, pero seguro. No obstante, buena parte de su sociedad civil no está muy satisfecha con lo realizado hasta ahora, y las veedurías ciudadanas han hecho sentir su voz de protesta. Las quejas más comunes tienen que ver con posibles costos exagerados en algunos proyectos y las demoras en su ejecución.Luego de la dolorosa tragedia que, según cifras oficiales, cobró la vida de 335 personas y dejó 76 desaparecidos el año pasado, el gobierno nacional tiene la oportunidad de mostrar su eficacia en la respuesta, y la comunidad quiere y está obligada a hacer una buena labor fiscalizadora de la inversión de los recursos.*Periodista mocoano.