En este año 2018, se conmemoran 110 años del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Japón y Colombia. La historia de ambos países se entrecruzó hace muchos años, durante el periodo presidencial de Rafael Reyes. Los representantes de ambos gobiernos firmaron el ‘Tratado de Amistad, Comercio y Navegación’ el 25 de mayo de 1908. Este fue el inicio de las relaciones bilaterales, siendo Japón el primer socio de Colombia en la región de Asia Pacífico. Posteriormente, desde 1915 hasta 1930 un grupo de 13 japoneses llegó a la ciudad de Barranquilla. Después, cuatro jóvenes japoneses, quienes apenas tenían unos 20 años, dejaron su patria, y se embarcaron rumbo a Colombia, entusiasmados por la novela “María” de Jorge Issacs, para buscar “el paraíso” descrito en esa novela en 1923. Ese libro de Jorge Isaacs, traducido por el japonés Yuzo Takeshima, había descrito bellos paisajes de Colombia y precisamente, los primeros inmigrantes llegaron a Colombia buscando ese “paraíso” plasmado en la novela. Las frases favoritas de Takeshima fueron: “El café, las mujeres hermosas, la naturaleza y el clima de Colombia son el número 1” y “No hay otro país en el mundo tan bello como Colombia”. De igual forma sucedió con cinco familias japonesas que llegaron en 1929 a Buenaventura. Estos hechos marcaron el punto de partida de la inmigración colectiva de los japoneses a Colombia y quienes en su mayoría se asentaron en el Valle del Cauca, contando hoy día en ese departamento con el mayor grupo de inmigrantes japoneses quienes con sus conocimientos y técnicas agrícolas han contribuido al desarrollo del campo colombiano principalmente. La hospitalidad con la que fueron recibidos en Colombia es algo que el pueblo japonés jamás olvidará. Lea también: Japón apoya el plan estratégico por una Colombia libre de minas antipersonal Más adelante, tras la terrible experiencia de la Segunda Guerra Mundial, en la que Japón resultó derrotado, la construcción de una sociedad pacífica era la premisa en mi país, para el futuro. Gracias a ello, Japón se ha convertido en uno de los países más modernos, equitativos y líder en tecnología del mundo. Ese resurgimiento de la nación japonesa después de la guerra, estuvo directamente relacionado con la inversión en capital humano y en este proceso la educación se estableció como eje articulador de la sociedad. Esta misma filosofía se ha reflejado también en nuestra cooperación con Colombia. Desde que los dos gobiernos firmaron el Convenio de Cooperación Técnica en 1976, Japón ha realizado muchos proyectos de cooperación en diversas áreas. En este punto también quiero destacar el papel que ha desempeñado la Agencia de Cooperación Internacional de Japón, JICA, a través del envío de sus expertos y voluntarios japoneses, recepción de becarios para entrenamiento en Japón, realización de la cooperación tipo proyecto y estudios de desarrollo. Su objetivo principal es desarrollar recursos humanos, quienes juegan un papel primordial en la construcción de las naciones en los países en vías de desarrollo. Desde 2003 la Embajada del Japón ha enfatizado nuestra cooperación en la construcción de bibliotecas en diversos municipios de Colombia. Junto con el apoyo del Ministerio de Cultura, hemos trabajado para construir bibliotecas en 23 departamentos del país. Este año el número de bibliotecas financiadas por nuestra Embajada alcanzará las 150. Nos sentimos muy orgullosos de que a través de nuestra labor se estén beneficiando más de 2 millones de colombianos, y que particularmente la primera biblioteca que donamos en Colombia en el municipio de Inzá del Departamento del Cauca, haya sido galardonada como la mejor biblioteca pública en el 2017. A través del esquema de Asistencia Financiera No Reembolsable para Proyectos Comunitarios de Seguridad Humana, Japón ofrece ayuda a organizaciones no gubernamentales o autoridades locales para solucionar problemas relacionados con la satisfacción de las necesidades humanas básicas fundamentales, como son salud y educación, entre otras. También vale la pena destacar que, en los últimos 8 años, la Embajada del Japón se ha concentrado, en la construcción de centros de desarrollo infantil, 31 instalaciones para el cuidado y atención integral de calidad de más de 1500 niños en primera infancia, bibliotecas municipales y a apoyar la implementación de las operaciones de desminado. En junio de 2017 firmamos un convenio para la donación de varias máquinas japonesas para el desminado. Esperamos que esas máquinas y nuestra tecnología contribuyan significativamente al objetivo de que Colombia sea un país libre de minas en 2021. También le puede interesar: Sakura, una expedición a Tokio para los estudiantes de ciencia y tecnología En el momento crucial que vive hoy Colombia, en el que, tras haber elegido la vía de resolución de conflictos de forma pacífica, ha firmado el acuerdo de paz con las FARC, Japón está dispuesto a continuar fomentando los proyectos y programas que aporten al desarrollo de Colombia. Como punto focal de las celebraciones de los 110 años de relaciones diplomáticas, este año inauguraremos un centro Cultural, Económico y Académico del Japón en la Universidad de Los Andes. Ese centro ofrecerá diversos programas no solo para los estudiantes de la universidad sino también para todo el público en general y dará a conocer aspectos varios del Japón en áreas tales como cultura, tecnología, negocios, conferencias, arte, etc. La Embajada del Japón también fomenta la educación en Colombia y promueve el intercambio cultural internacional y el entendimiento mutuo entre Japón y otros países, a través del programa de becas de pregrado y postgrado en Japón; hasta hoy se han beneficiado a muchos estudiantes colombianos quienes con sus conocimientos contribuyen al desarrollo de Colombia. También a través del Programa de Intercambio en Ciencia Sakura, de nuestra Embajada, se fomenta el intercambio de estudiantes de bachillerato y universitarios, quienes nunca hayan estado en Japón, y se aspira a aumentar el interés de los jóvenes en la avanzada ciencia y tecnología japonesa en las universidades, instituciones de investigación y compañías privadas japonesas. Hemos enviado ya dos grupos de jóvenes estudiantes colombianos, provenientes de los más variados municipios y ciudades de Colombia, quienes viajaron al Japón como beneficiarios de este programa. Actualmente, Colombia está llamando la atención en los círculos económicos del Japón y como socio estratégico del Japón en la Cuenca del Pacífico, el sector privado de ambos países ha manifestado el deseo de intensificar las relaciones comerciales y de inversión con Colombia. El Acuerdo para la Liberalización, Promoción y Protección de Inversión entró en vigor en 2015 y desde entonces, la estabilidad jurídica de las inversiones ha mejorado. En diciembre de 2017 llegamos a un acuerdo sustancial para eliminar la doble tributación, el cual permitirá prevenir la evasión y elusión y contribuirá con el crecimiento de la inversión bilateral. Por otra parte, Japón se prepara para ser anfitrión de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en 2020 y esperamos que muchos deportistas colombianos, quienes han alcanzado altas calidades competitivas, participen en ese evento. Desde ahora invito a los colombianos para que aprovechen esos juegos deportivos y visiten Japón. Así mismo mi país será el anfitrión de la exposición mundial, Expo Osaka 2025, cuyo tema central es Diseñando la Sociedad del Futuro para Nuestras Vidas. Teniendo en consideración los retos globales tales como la desigualdad económica y la aceptación social de las nuevas tecnologías, nuestro tema invitará a cada individuo a pensar en sus propias aspiraciones y a empoderarlos para que desarrollen todo su potencial. Esto impulsará el esfuerzo mundial para crear una visión compartida de una sociedad sostenible que tenga en cuenta todas esas aspiraciones. Japón ha venido desarrollando recíprocamente relaciones diplomáticas y económicas dignas de confianza con la mayoría de países del mundo. Muchos países esperan que la Expo 2025 en Japón, sea un trampolín para desarrollar aún más las buenas relaciones. Así, todos estos años nos han permitido forjar una relación bastante amplia y cordial entre Japón y Colombia en todos los ámbitos; dos culturas tan diferentes pero que han encontrado caminos comunes de cooperación y amistad. Finalmente, solo me queda reafirmar el compromiso que tiene el Gobierno del Japón y la Embajada de seguir trabajando de la mano del pueblo colombiano para profundizar el mutuo entendimiento y convertir a los dos países en una de las alianzas más confiables en la Cuenca del Pacífico. *Embajador del Japón en Colombia.