En 40 hectáreas, cerca de las avenidas Tintal y Santa Fe, al sur de Bogotá, se construyeron 10.584 viviendas. Campo Verde es el nombre de este proyecto que le está cambiando la cara a una de las localidades más densamente pobladas y vulnerables de la capital del país.Este esfuerzo es el resultado de una alianza entre Marval, la Secretaría de Hábitat de Bogotá, Camilo Congote y Constructora Bolívar. El proyecto comenzó en 2014. En octubre del año siguiente se entregó la primera parte que se sumó a la meta del Gobierno Nacional de construir viviendas de interés prioritario en zonas con alta demanda habitacional. Se calcula que el resto del proyecto finalizará en septiembre de 2019.Para Jorge Sánchez, gerente de construcciones de Constructora Bolívar, uno de los logros más destacados de Campo Verde fue haberlo tenido listo en tiempo récord. “En la primera etapa, que duró apenas un año, entregamos 2.304 apartamentos; y en la segunda, 4.512, para un total de seis proyectos. Una meta que alcanzamos en el mismo tiempo que nos tomó la primera fase”, explica. En total son 24 manzanas, cada una equivalente a un proyecto de vivienda; el 75 por ciento de estas fue desarrollado por Constructora Bolívar.John Cantor, coordinador de obras de Bolívar, destaca que ya no hay ninguna vivienda disponible para la venta, en ninguna de las torres de seis pisos del conjunto. La oferta incluyó soluciones de Vivienda de Interés Prioritario (VIP), por un valor de hasta 70 salarios mínimos legales vigentes (smlv), y de Vivienda de Interés Social (VIS), hasta por 135 smlv, para beneficiarios del programa de subsidios Mi Casa Ya, que otorga el Ministerio de Vivienda.“En el primer proyecto había un subsidio del Gobierno y otro de la Secretaría de Hábitat, de esa forma las familias terminaron pagando 15 millones de pesos por sus hogares”, aseguró Sandra Buitrago, directora de relaciones con la comunidad de Constructora Bolívar. En la segunda entrega los beneficiarios pagaron cerca de 30 millones de pesos. “Son personas que deben responder por cuotas bastante bajas, a las que se les hizo realidad el sueño de tener su casa propia”.Las viviendas para ahorradores (Vipa) son de 57 metros cuadrados y están equipadas con cocina, zona de ropas, salón comedor, dos habitaciones, un baño y la opción de abrir una tercera alcoba. Y aunque se entregan con muros en concreto a la vista, la zona húmeda del baño, lavadero y lavaplatos, trae piso enchapado, cocina con mesón de acero inoxidable y estufa de dos puestos.Uno de los principales objetivos de la constructora fue ofrecer a las comunidades mucho más que una vivienda. El plan parcial contempló el desarrollo de parques, vías, locales, colegios y hasta casas de justicia para contribuir a las buenas dinámicas de convivencia, pues muchas de estas familias nunca habían vivido en propiedad horizontal.“Esta es una zona de alta prioridad para el Distrito y eso quedó establecido en el Plan de Ordenamiento Territorial. Por eso se buscó garantizar que los residentes disfrutaran de todas las comodidades a pocos pasos de distancia”, añade Buitrago.Los ciudadanos que adquieran los apartamentos VIP deben habitarlos por al menos diez años, por eso es clave la inclusión de los espacios pensados para el desarrollo de la comunidad. De hecho, se está desarrollando un parque zonal de 38.000 metros cuadrados, que contará con canchas de fútbol sintéticas con normatividad Fifa, patinódromo para patinaje artístico, una para balonmano, voleibol y baloncesto, y otra para microfútbol.De igual manera, se espera que por esta zona pase la Avenida Ciudad de Cali y la Avenida Longitudinal de Occidente. Todo ello le traerá más desarrollo y valorización al proyecto.