Siempre quiso una casa de descanso en Villa de Leyva. Ahí podrían descansar ella y su familia, lejos de las cámaras de televisión y de los sets de noticias. Con el paso de los años la periodista y presentadora Lucía Esparza Baena logró tener el lugar que buscaba. Quizá fue más fácil de lo que pensó.Uno de los protagonistas de esta historia fue el Fondo Nacional del Ahorro, gracias a él, Lucía cuenta con esta casona ubicada a 170 kilómetros de Bogotá. “Me afilié al fondo hace muchos años, cuando trabajaba en Caracol Radio. En esa época varios asesores de la entidad nos explicaron las ventajas que tenía el FNA. Y me llamó la atención el voz a voz tan positivo que había sobre los beneficios de ahorrar con ellos las cesantías”, dice Esparza.Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que podía empezar a planear cómo, cuándo, dónde y qué tipo de vivienda comprar. “Justo cuando decidí adquirir una pequeña casa secundaria, me llegó una carta del fondo que me informaba que tenía un crédito aprobado. Indagué. Comparé las tasas que me ofrecían otras entidades bancarias y la más favorable era la del FNA. Entonces me animé y comencé la búsqueda de la casa que soñaba”.Y hoy es suya. Tiene cuatro habitaciones, salón comedor, cocina, baños y una amplia sala; también cuenta con una chimenea, que sirve para reunir a la familia y a sus amigos más cercanos. Además, todos pueden disfrutar de un hermoso jardín, de la sombra que les brinda un enorme árbol y de una cómoda terraza para tomar el sol.Para la periodista nariñense, este espacio se ha convertido en la excusa perfecta para planear nuevos proyectos junto a su esposo Álvaro, sus hijos Sebastián y Camilo, y claro, junto a Samo, su perro samoyedo. “Aquí hemos comenzado una nueva etapa como familia. Hacemos ciertos arreglos, disfutamos del campo y de los fines de semana. Esta compra nos ha llenado de felicidad”.Para los Randazzo Esparza ha sido una fortuna haber podido contar con los beneficios del Fondo Nacional del Ahorro. “Yo estoy muy agradecida. Más allá de tener la mejor tasa, en el FNA se puede confiar, con ellos se materializan los sueños. Vale la pena tomar un préstamo con el fondo. Vale la pena creer. Y luego disfrutar lo conseguido”, puntualiza Lucía.