SEMANA: ¿Cuál es el balance del gobierno Santos en materia de vivienda?CAMILO SÁNCHEZ ORTEGA: En estos ocho años hicimos una verdadera revolución. El Presidente tenía metas muy altas: 1.500.000 viviendas iniciadas en su periodo de Gobierno. Un año antes de terminar lo logramos y nos trazamos la meta adicional de 200.000 en ese último año y llegamos a 1.750.000.SEMANA: ¿Qué factor clave permitió lograr la meta?C.S.O.: Lo más importante fue haber hecho una política pública. Buscamos tierra apta para hacer vivienda. Se crearon mecanismos para adecuar en todo el territorio nacional la tierra que se pudiera urbanizar en los cascos urbanos. Además, el presidente Santos articuló una sinergia con el sector financiero y el sector de la construcción.SEMANA: ¿Cuál ha sido el impacto real?C.S.O.: Además de cerrar las brechas de pobreza, dinamizar la economía. Impulsamos el 14 por ciento del sector real.SEMANA: ¿Qué significan 1.750.000 viviendas para un país como el nuestro?C.S.O.: En 2005 teníamos 12,5 por ciento de déficit habitacional en Colombia. Cuando empezó el periodo del presidente Santos, en 2010, era del 8,9 por ciento. En su plan de Gobierno planteó reducirlo a 5,5 por ciento. Y cumplimos. En 2017 el Dane nos entregó las cifras del déficit habitacional y era del 5,2. Tenemos motivos para creer que en 2018 vamos a terminar por debajo del 5 por ciento.SEMANA: ¿Cuál es el balance del programa de vivienda gratuita?C.S.O.: Cuando el presidente Santos salió a decir “vamos a entregar 100.000 viviendas gratis en Colombia”, todo el mundo dijo que era un populista, pero demostramos que se podía hacer. No nos quedamos en 100.000, esas casas las terminamos un año y medio antes del final del Gobierno. El Presidente nos pidió 30.000 más, para completar 130.000. A través del Ministerio de Vivienda terminamos 134.000, que son las que se hacen en los cascos urbanos de las ciudades. El Gobierno adicionalmente hizo 95.000 viviendas rurales, a través del Ministerio de Agricultura, y 46.000 viviendas con el Fondo de Adaptación, para afectados por la temporada invernal.SEMANA: ¿Hay muchos casos de trampa con los subsidios?C.S.O.: No muchos, pero es doloroso que haya 10.000 personas, de 275.000. Esto es para los más pobres y por eso es muy importante que la misma comunidad denuncie. Y así lo hemos hecho las últimas veces.SEMANA: ¿Todas las viviendas tienen servicios?C.S.O.: Las viviendas gratis los tienen. No solamente agua, luz, alcantarillado, energía, vías y andenes para que la gente se desplace; también internet y muchas veces gas.SEMANA: ¿Es sostenible un programa de vivienda gratuita desde el punto de vista económico?C.S.O.: Hacia el futuro, cuando se disminuya el déficit habitacional, la política no se tiene que hacer de esa misma manera. Yo recomendaría, en unos ocho años, tener subsidios como los de ‘Mi casa ya’ o ‘Ahorra tu arriendo’ que son muy importantes.SEMANA: ¿Qué han logrado los programas VIS y VIP?C.S.O.: Ha sido un éxito rotundo. A la persona que gane de cero a dos salarios, le entregamos 23 millones y medio de pesos para subsidiar la cuota y 5 puntos de subsidio a la tasa de interés, para terminar pagando más o menos 250.000 pesos por su cuota del crédito.SEMANA: En este balance global ¿qué diferencia habría en las regiones?C.S.O.: Los departamentos que han tenido mayor participación en el programa son Valle, Santander, Antioquia, Cundinamarca y Huila, que se dieron cuenta de los beneficios y del impacto. Les pusimos más atención a territorios como Amazonas, Putumayo, Guainía, que estaban rezagados. En el Amazonas, por ejemplo, estamos haciendo un tipo de vivienda que no se veía en esa zona del país.SEMANA: ¿Y cómo ha avanzado la cobertura en materia de agua y saneamiento básico?C.S.O.: Ha mejorado mucho y gracias a un trabajo en equipo. De 2010 a 2018, 6,8 millones de colombianos han podido contar con agua potable que no tenían antes. Y 7,4 millones de colombianos ahora tienen alcantarillado y saneamiento básico a los que tampoco habían accedido cuando empezó el gobierno del presidente Santos. Son 8 billones de pesos invertidos en un tema que es fundamental. Es una revolución ver a gente que ya no tiene que ir a hacer sus necesidades al potrero porque tiene baño en su casa. Eso es dignificar la vida.*Director editorial de SEMANA.