El sistema de pensiones en América Latina no siempre ha sido como hoy lo conocemos: una combinación de fondos públicos y privados. Antes solo existía el sistema de reparto de los fondos estatales, que se basaba en los aportes de los trabajadores activos para subsidiar a los retirados. El cambio se produjo en Chile, en 1980. Ahí se creó el modelo de capitalización privada, un sistema de ahorro individual que es coordinado por las Administradoras de Fondos de Pensión (AFP). Sin embargo, con dicha modalidad surgieron varios retos. ¿En qué invertir el dinero de los aportantes para obtener suficientes ganancias? ¿Qué portafolios son más seguros para los recursos? Con el ánimo de responder a esas preguntas y con el objetivo de asesorar a las entidades en la gestión de portafolios locales para los patrimonios chilenos nació Compass Group. Se fundó en 1995 y pronto se conviritió en una de las principales empresas de inversión independiente de América Latina. Esta sociedad, que empezó con una oficina en Santiago de Chile y otra en Nueva York, hoy cuenta con nueve sucursales en las principales ciudades de la región. Tiene más de 38.000 millones de dólares en activos bajo su administración, asesoría o distribución. Y, además, está integrada por más de 300 profesionales que se especializan en asesoría para inversionistas institucionales, family offices (transferencia de patrimonio entre generaciones) y clientes de alto patrimonio. Compass Group llegó a Colombia en 2007. Inicialmente se enfocó en la administración y asesoría de inversión en activos tradicionales locales como los bonos de deuda pública. Pero rapidamente empezó a diversificar su modelo de negocio e incluyó portafolios de activos en países como Estados Unidos, Japón y China. Para eso la sociedad estableció alianzas de representación en la región, a través de contratos de corresponsalía con gestoras internacionales de Estados Unidos (Blackstone) y de Sudáfrica (Investec Asset Management y WisdomTree Asset Management), entre otros reconocidos gestores globales. “Eso nos convirtió en un asesor holístico. Mientras tomamos una taza de café, podemos conversar con el cliente tanto de la realidad regional como de la global y ofrecer alternativas de inversión en el extranjero. Pero hay que aclarar que no somos intermediarios porque nuestro compromiso es con el inversionista”, explica Jorge Rovira, country head de Compass Group en Colombia. Debido a esa visión global, la firma está al tanto de las transformaciones del cada vez más complejo, diverso y competitivo mercado de valores. Por eso, desde hace algunos años, la empresa está reinventando los productos financieros que ofrece a sus clientes al incluir inversiones alternativas, que no pasan por la bolsa de valores. ‘Un paso más allá’ La apuesta más reciente de la compañía es la gestión de capitales para inversión inmobiliaria en arrendamiento. Hay cuatro razones fundamentales para hacerlo: 1) Las inversiones inmobiliarias institucionales en Colombia se enfocan en los inmuebles para comercio, oficinas e industria, mientras en otras partes del mundo ya se ha diversificado; por lo tanto hay una oportunidad de negocio. 2) Durante los últimos diez años el segundo activo más importante y el primer receptor de inversiones a nivel global ha sido la vivienda en renta. 3) Las nuevas generaciones se inclinan, cada vez más, por arrendar y no comprar vivienda. 4) Este es uno de los rubros más estables de la economía, aun en momentos de crisis. Teniendo en cuenta lo anterior, Compass Group realizó una alianza estratégica con CIM Group, uno de los fondos inmobiliarios más grandes de Estados Unidos. Y en 2013 crearon CCLA Group, una empresa conjunta que gestiona el capital, desarrolla, opera y es propietaria de edificios de alquiler residencial multifamiliares en México, Chile y, más recientemente, en Colombia. “Es un modelo innovador, muy apetecido por inversionistas locales y globales, pero que aquí no se había desarrollado. Somos los pioneros y esperamos buenos resultados porque, contrario a lo que se piensa, este no es un país de propietarios, sino de arrendatarios”, agrega Anuar Pérez, vicepresidente en Colombia de CCLA Group. Hoy desarrollan dos proyectos en Bogotá. Uno que se construye en la calle 77 con carrera 13 y que consta de una torre de 17 pisos con 127 apartamentos semidotados, gimnasio, locales comerciales y otras zonas comunes. El otro está a punto de iniciar su construcción en el Centro Internacional. Los dos se podrán rentar por internet y contarán con dotación tecnológica. “¡Esta es una oportunidad para maximizar el arrendamiento y llevar las inversiones de capitales un paso más allá!”, concluye Pérez.