El Meta tiene más de 85.000 kilómetros cuadrados de extensión. Es considerado uno de los departamentos con mayor crecimiento en los últimos años y reconocido por ser la despensa agrícola de Colombia. Por ello, lograr que su economía dejara de depender de la actividad extractiva fue una transición casi natural. De acuerdo con las cifras de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, el departamento produjo el año pasado cerca del 50 por ciento del petróleo del país. Esto generó que su PIB per cápita fuera, en promedio, el doble del PIB per cápita de Colombia. Fayber Acosta Pardo, economista del Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico de la Universidad de los Andes, explica que la variación que se observó en el precio del crudo desde 2014 –después de alcanzar un máximo de 105 dólares por barril, para luego caer a un mínimo de 50 dólares– impulsó el desarrollo de otras actividades económicas a través de la implementación de varias estrategias para diversificar la economía. Entre ellas sobresalen: fortalecer las iniciativas productivas y comerciales para aprovechar los recursos naturales, fomentar un desarrollo económico competitivo –a nivel nacional e internacional– y generar oportunidades para los pequeños productores. También le puede interesar: Santos: la crisis petrolera "golpea muy duro" al país La caída del precio del petróleo no ha sido la única coyuntura adversa que ha tenido que enfrentar la economía de los metenses. El cierre indefinido de la vía Bogotá-Villavicencio ha sido otro golpe para sus finanzas. Sin embargo, Nelson López, consultor en temas de desarrollo regional y exgerente del Conpes Orinoquia, asegura que esta crisis puede convertirse en una oportunidad para repensar el crecimiento regional con base en su potencial agroindustrial y estimular el mejoramiento y la construcción de vías alternas.

*Periodista.