Uno de los pioneros de la moda masculina en Colombia fue Carlos Nieto, un sibarita puro que en 1977 abrió las puertas de Don Carlos, una tienda de muebles y decoración donde al cabo de unos meses comenzó a vender ropa formal. Carlos murió en 1994 y su legado pasó a manos de sus hermanos Vicky y Alberto. Este último, se ha encargado de llenar de color, siluetas atrevidas y diseño de vanguardia, no solo sus tiendas sino las calles de América Latina. Una década antes, en 1965, Arturo Calle había abierto las puertas de su primera tienda en Bogotá. Era un pequeño local en el barrio San Victorino, desde donde este paisa emprendedor, que buscaba que vestirse bien dejara de ser privilegio de unos pocos, comenzaría a construir su imperio que hoy tiene más de 4.500 empleados. La originalidad de la diseñadora barranquillera Lina Cantillo merece una mención aparte. Ella dice que hace 19 años, cuando empezó su marca, el hombre que vestía era “muy tímido, poco exigente, sumiso y obediente”, pero hoy “busca piezas importantes para cada momento de su vida”. Cantillo tenía claro desde el principio que sus ideas no serían convencionales ni fáciles de digerir, y cuando le preguntan: “¿No era más fácil y rentable diseñar para mujeres?”, responde sin titubeos: “No soy fácil”. Han surgido nuevos talentos que apuestan por los hombres. Uno de ellos es Camilo Álvarez, joven creador que desde hace nueve años lucha para que los colombianos regresen a su esencia, sean prácticos y casuales. Su propuesta ha calado en diversos escenarios: “incluso en espacios que eran más rígidos y tradicionalistas, como las oficinas de los bancos que hoy han flexibilizado sus códigos de vestuario”. Marta Gaviria, con su marca Mon&Velarde también ha construido un universo masculino muy particular. En 2008, cuando regresó a su ciudad después de vivir en Londres, notó que había pocas opciones para los hombres, así que comenzó a diseñar para esos que quieren sentirse únicos, “que son hedonistas y tienen gusto por los detalles”. Por su parte, Jorge Orozco cree que el arte sartorial y la alta sastrería deben perdurar en el tiempo. En los cuatro años que lleva al frente de su marca, Orozco Clothing, ha visto que lo tradicional no riñe con lo contemporáneo: “Los hombres que consumen mis productos no tienen edad, son rebeldes y con buen gusto”. Otros nombres clave Pero el panorama de la moda masculina en el país no estaría completo sin creadores y marcas como Ricardo Pava (¡un clásico!), Juan (pioneros en su nicho), A New Cross (propuesta arriesgada), Juan Pablo Socarrás (y sus elegantes trajes), o los accesorios y zapatos de Argento & Bourbon y Beckett Simonon. *Periodista.