El Tratado de Libre Comercio (TLC) que Colombia y Estados Unidos firmaron en 2012 llevó a que las ventas de vestidos de baño entre mayo de 2010 y diciembre de 2013 aumentaran 168 por ciento. En ese momento el país entró a competir en el mercado de la moda playera. El TLC fue apenas el comienzo. Junto al acucioso estudio de mercado que realizaron algunas firmas, se destacaron también la creatividad de los diseñadores, la calidad de las prendas, la variedad de estampados y la innovación, como otras de las razones por las cuales los vestidos de baño colombianos son un boom en el mundo. Marcas nacionales como Kinira Swimwear notaron que la competencia entre las firmas que venden tallas estándar (S, M y L) es muy alta y no hay lugar para emprendedores. Por eso eligió otro target y diseñó prendas que llegaban a la talla 5XL, ya que para las mujeres ‘plus size’ no hay mucha oferta en diseños ni colores. Kinira le apostó precisamente a esa variedad, incrementando su oferta en Estados Unidos y Canadá; países donde muchos mercados se enfocan en lo fit.Ideas revolucionarias como prendas de baño con protección ultravioleta, secado rápido, elasticidad, tintas resistentes al agua y materiales que moldean la figura, son otras de las razones que explican el éxito nacional alrededor del mundo. Hace un tiempo, la competencia en el mercado de trajes de baño era muy limitada y la lideraban Leonisa, Touché y Onda de Mar, firma que recibe el 40 por ciento de sus ingresos del extranjero. Hoy entraron nuevas marcas a competir como Maaji, que se alió con la australiana Seafolly para animar el mercado de la moda playera.Agua Bendita también se suma al listado de las marcas más apetecidas y cotizadas en el exterior. El alcance de sus diseños permitió que sus prendas llegaran hasta Dubái y Hawái. Así mismo, algunas creaciones de diseñadores colombianos se han dado a conocer en Bélgica, Francia e Italia.De acuerdo con Procolombia, el país encabeza la lista de naciones exportadoras de vestidos de baño en Suramérica y sus procesos de producción son ecoamigables, un valor indispensable en una época donde el compromiso con el medioambiente es vital.