Hablar de las mujeres en Colombia es hablar de un motor importante. La mujer es parte neurálgica en la economía creativa, la ciencia y la tecnología; así como un pilar de los hogares y de las familias. Su entrega y laboriosidad es innegable. He soñado siempre con un país donde todos –desde los diferentes sectores– podamos enfrentar las desigualdades y los problemas que afectan a la mujer. Esto ha sido para mí un compromiso de vida que he tenido el privilegio de reivindicar como congresista y ahora como presidente de los colombianos. Siendo senador de la República fui coautor de la ley del aumento de la licencia de maternidad de 14 a 18 semanas: un reconocimiento tangible a la mujer no solo en su condición de trabajadora sino también de madre. Desde que llegamos a la Presidencia buscamos construir un país con equidad, con inclusión para las mujeres. Por eso, desde el mismo gobierno, lideramos con el ejemplo dándole a la mujer la participación y el nivel directivo que merece. Con orgullo podemos decir que somos el primer gabinete paritario en la historia de nuestro país. Tenemos, además, a la primera vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, quien de la mano de nuestra alta consejera para la Equidad de la Mujer van a hacer realidad la política de derechos para la mujer y la familia colombiana, y firmamos un Pacto por el Trabajo Decente en el que aceptamos que queremos, entre otras cosas, remunerar mejor a la mujer. Ese patrón que hemos sentando en el gobierno esperamos se preserve en el tiempo y se vea en toda la sociedad como un factor de equidad. Hay que reconocer que ha habido avances en la equidad entre hombres y mujeres a nivel laboral y educativo e, incluso, cada vez más crece la participación femenina en los puestos de liderazgo de las Fuerzas Armadas, pero hay mucho por hacer y seguiremos avanzando de la mano de toda la sociedad colombiana. Vamos a sacar adelante las políticas públicas que tengan un impacto real en la vida de las colombianas que viven en zonas urbanas y rurales. Las vamos a empoderar, vamos a avanzar en una transformación cultural para transformar dañinos imaginarios y estereotipos y a desarrollar acciones que permitan cerrar de verdad las brechas. La igualdad de la mujer es una de las bases transversales de nuestro plan de desarrollo ‘Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad’. Le presentamos al país una serie de líneas de trabajo alrededor del fortalecimiento institucional de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, que permita mejorar las condiciones laborales y salariales, una política de cuidado para combatir la violencia intrafamiliar y apoyar a las mujeres rurales. Lo que quiero es que la mujer pueda progresar en Colombia sin sentirse jamás discriminada y mucho menos violentada. Si así lo logramos, vamos a solidificar la sociedad equitativa que anhelamos y soñar con un futuro mejor. Ese debe ser el interés y el compromiso de todos y cada uno de los colombianos porque –como he dicho en muchas oportunidades– el éxito de la mujer colombiana es el éxito de nuestro país. ¡Necesitamos a las mujeres para hacer realidad el Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad!