Juan Martín Caicedo Ferrer*
En 2020 la economía colombiana tendrá un crecimiento negativo de entre -5 y -7,9 por ciento, de acuerdo con los cálculos de Fedesarrollo. Sin embargo, para el próximo año, como consecuencia de un efecto rebote, se espera un comportamiento positivo cercano al 4 por ciento. El sector de las obras civiles, por su parte, tendría un decrecimiento de entre 5,1 y 7,1 por ciento; pero en 2021 viviría un repunte del 6 por ciento, de acuerdo con los expertos. De cumplirse este cálculo se darían los primeros pasos para ir restableciendo, lentamente, la buena dinámica que presentaba el ramo antes de la pandemia.
¿Por qué el sector de infraestructura pasaría de un escenario negativo a un crecimiento acelerado en cuestión de meses? La respuesta está contenida en un portafolio de proyectos estratégicos, identificados por los gobiernos del orden nacional y territorial, concebidos para ejecutarse durante los años venideros.
Revisemos los programas que están a cargo de la ANI. Y comencemos por los proyectos viales de cuarta generación que hoy muestran un avance cercano al 50 por ciento. Cuando estos corredores 4G entren en operación el país vivirá un cambio en su conectividad e integración; el impacto de estas obras será muy relevante.
Pero la Agencia Nacional de Infraestructura también lidera la puesta en marcha del ambicioso programa 5G, que está compuesto por 24 proyectos multimodales y cuenta con una inversión de 49,2 billones de pesos. La primera ola está conformada por 12 grandes obras, ocho iniciativas públicas y cuatro privadas, estimadas en 18 billones de pesos. El Gobierno ha dicho que su ejecución está garantizada gracias a las vigencias futuras, cuyo cupo fue recientemente ampliado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo. Entre las iniciativas viales más importantes de este programa podríamos destacar los tramos I y II de la troncal del Magdalena y Buga-Buenaventura; además de proyectos de otros modos como el nuevo aeropuerto de Cartagena, la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena y del Canal del Dique, y la línea férrea entre La Dorada y Chiriguaná.
Lea también “Este será otro país, uno mejor conectado, más competitivo”: ANI
Las vías de desarrollo
La tarea del Invías es igualmente retadora. Durante la próxima década la entidad cumplirá un papel preponderante en el proceso de reactivación económica. Tiene a su cargo siete programas valorados en 17 billones de pesos, de los cuales 4,2 billones se gestionarán a través de presupuesto público y el resto con vigencias futuras. Entre ellos se encuentra la intervención de más de 2.000 kilómetros de vías nacionales y de 40.000 kilómetros de vías terciarias, además de la rehabilitación de 350 puentes.
Para lograr el crecimiento del sector de las obras civiles se requiere del concurso de los principales departamentos y ciudades del país, por eso los planes de desarrollo de las entidades territoriales más importantes destinarán más de 63 billones de pesos a la generación de infraestructura de transporte.
Hoy, más que nunca, el Sistema General de Regalías es una valiosa fuente para el desarrollo de vías terciarias, especialmente para los municipios y departamentos con poco presupuesto. Este dispone de 6 billones de pesos que podrían destinarse, en buena medida, a renovar los corredores rurales. Y cabe recordar que para el bienio 2021-2022 los fondos por concepto de regalías ascenderían a 17,3 billones de pesos, si el Congreso de la República así lo decide.
*Presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana de la Infraestructura.
Lea también: Los proyectos de infraestructura de transporte multimodal reducirán costos logísticos.